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Gobierno francés reprueba las celebraciones públicas por la muerte de Jean-Marie Le Pen

En la de la Plaza de la República de París, al menos un millar de personas, la mayor parte jóvenes vinculados a movimientos de izquierda, encendieron bengalas y llegaron a brindan con champán.

Jean-Marie Le Pen. I Foto: JOEL SAGET/AFP via Getty Images.

El Gobierno francés reprobó este miércoles 8 de enero las celebraciones públicas en varias ciudades del país sucedidas anoche por la muerte de la principal figura de la ultraderecha francesa, Jean-Marie Le Pen, fallecido el martes a los 96 años.

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“Una vez muerto, el enemigo tiene derecho a ser respetado”, declaró la portavoz del Gobierno, la conservadora Sophie Primas, en la rueda de prensa que siguió al término del Consejo de Ministros.

Primas parafraseó así al propio Jean-Marie Le Pen, quien había formulado esa frase en 2019 cuando falleció Jacques Chirac, el que fuese su rival en las elecciones presidenciales de 2002, las primeras en las que la ultraderecha pasó a la segunda vuelta y que dieron un impulso al movimiento nacional-populista en toda Europa.

La portavoz dijo ser consciente de “la violencia, las ofensas y las cosas inaceptables” del fundador del Frente Nacional (FN) -hoy rebautizado como Agrupación Nacional, RN-, pero aclaró que los eslóganes y las actitudes de las celebraciones de anoche fueron “inaceptables”.

En la concentración más concurrida en Francia, la de la Plaza de la República de París, al menos un millar de personas, la mayor parte jóvenes vinculados a movimientos de izquierda, encendieron bengalas y llegaron a brindan con champán.

La condena de la portavoz se une a la del titular del Interior, el también conservador Bruno Retailleau, quien en la noche del martes aseveró que “nada justifica que se dance sobre el cadáver de un hombre” y consideró “vergonzosas las escenas de jolgorio”.

Las autoridades detuvieron anoche a siete personas en la concentración de Lyon y a tres en las de París, acusadas de disturbios públicos.

El presidente francés, Emmanuel Macron, no se pronunció sobre la muerte de Jean-Marie Le Pen, cuya hija, Marine, es la actual líder de la ultraderecha gala y favorita a ganar las presidenciales de 2027 si finalmente se presenta.

En nombre de la jefatura de Estado, hubo un corto comunicado en el que aseguraba que “la Historia juzgará” la obra del dirigente ultra y que el presidente manifestaba “sus condolencias a su familia y sus seres queridos”.

Contrariamente a la discreción del Elíseo, el primer ministro, el centrista François Bayrou, fue muy criticado por la izquierda por unas declaraciones juzgadas condescendientes con Le Pen padre, al que reconocía su carácter aguerrido.

Mathilde Panot, la líder en la Asamblea Nacional francesa del principal partido de izquierdas, la Francia Insumisa (LFI), dijo “no estar sorpendida” por las celebraciones de “una juventud que sigue movilizada contra el Frente Nacional”.

“Jean-Marie Le Pen es un enemigo de la República, condenado más de 30 veces, el que dijo que las cámaras de gas eran un detalle (...) Él no era solo un adversario político”, agregó la dirigente.

Paralelamente, en redes sociales volvieron a la superficie vídeos de los años 70 y 80 mostrando a Le Pen en persona, a veces junto con correligionarios, agrediendo o insultando a rivales políticos.