Así fue el pesebre campesino que se instaló en zona rural de San Pelayo, Córdoba
Las ciudades de Belén, Jerusalén y Nazaret fueron transformadas durante nueve días en un área de “reserva campesina”.
Montería
El corregimiento El Obligado, se convirtió en un paso que hace honor a su nombre desde el pasado 16 de diciembre, cuando se inauguró el pesebre campesino que congregó a propios y visitantes en el municipio de San Pelayo, Córdoba.
“Este pesebre consistió en darle un sentido a la vida. Sin duda alguna, el campo es vida y los campesinos generan eso en cada uno de nosotros, esa labor, esa entrega, ese dinamismo hace que nuestras vidas funcionen de una manera indiscutible. Ellos cuidan el campo y los campesinos son como el niño de Belén, fundamentan la vida en la humanidad”, sostuvo el profesor Gustavo Adolfo Vargas Paternina.
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“Nosotros elaboramos tres ciudades, el Belén que es donde se encuentra la mula, el buey, María, José y el niño en su cuna. También se encuentra un ángel y los tres reyes magos. Nazaret es la otra ciudad, aquí se encuentran los pastores, María encinta con José; van rumbo a Belén y en Jerusalén tenemos unas mujeres pilanderas, que son las que pilan el arroz, la que ventea el arroz, hay una persona que está sacando agua de un pozo, no falta quien está en la hamaca; todas estas figuras son representativas de nuestros campesinos”, agregó el educador.
Finalmente, expresó que el pesebre que reunió a un significativo grupo de personas durante 9 días, fue elaborado con “madera reciclable”. “O sea, era madera que se encontraba ahí y le dimos forma, estructura. Las imágenes son muñecos ‘años viejos’, así le llamamos en nuestra Costa; están rellenos de trapos y hojas de plátano seco. Con tapitas de botella hicimos los letreros de nuestras ciudades, todos son reciclables y amigables con el medio ambiente”, puntualizó.