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¿Cuáles son los beneficios y riesgos de comprar un carro de remate?

Para adquirir un vehículo se deben considerar varias ventajas y riesgos. Conozca algunos y póngalos en práctica.

Automóviles clásicosg. (Jörn Hüneke/picture alliance vía Getty Images) / picture alliance

La Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN) es una entidad que desarrolla varios procedimientos en función de avanzar en el recaudo de las finanzas que requiere el país. Uno de ellos es el cobro coactivo, que es un método forzoso de recaudación de deudas.

Por medio del cobro coactivo, la DIAN puede embargar, secuestrar y rematar los bienes con los que un contribuyente sostiene un adeudo con la Dirección. La última de las etapas, luego de la validación y las labores de control, es la subasta, que puede ser presencial o virtual.

“Las subastas públicas son una modalidad con la que la DIAN pone a disposición de los ciudadanos mercancías aprehendidas, decomisadas o declaradas en abandono que son producto de sus labores de control”, explicó la DIAN por medio de un comunicado en septiembre.

El objetivo de la Dirección es que cualquier persona pueda participar, presentar ofertas y comprar bienes de su interés, “siguiendo los principios de transparencia y asequibilidad”, ha precisado la entidad. Cada vez que haya algún remate, la Dirección publicará las invitaciones.

¿Puedo comprar un carro de remate?

La DIAN ofrece remates públicos entre los que la ciudadanía puede ‘pujar’ por piezas, inmuebles y otros objetos, como vehículos, con precios distintos a los del mercado y con condiciones que deben ser curadas por el personal de la Dirección antes de su publicación.

Ahora bien, además de la DIAN, las aseguradoras de carros también usan un mecanismo de remate que es conocido oficialmente como salvamento. Los automóviles en salvamento son los que las compañías de seguro recuperan luego de siniestros viales o hurtos.

En algunos casos, el vehículo en salvamento puede haber pasado por procesos judiciales, por lo que podría haber órdenes previas a su subasta. Lo ideal es que la persona compradora conozca los pormenores de forma previa a la adquisición, que puede tener estas ventajas:

  • Un valor menor al de un carro en un concesionario, una tienda oficial o una venta de vehículos usados.
  • Posibilidad de contar con pólizas de seguro ya expedidas por aseguradoras en etapas anteriores a la venta.
  • En caso de que no se desee tomar el carro completo, el vehículo de remate puede ser una fuente de piezas de repuesto.
  • Flexibilidad en la restauración, que una persona compradora puede llevar a cabo luego de tener en sus manos el vehículo, o sus piezas, e inspeccionar detalladamente.
  • Los precios reducidos pueden implicar que los modelos presentes en los remates sean de una gama alta que en otras ocasiones podrían ser difíciles de adquirir.

En Colombia existe el Centro de Experimentación y Seguridad Vial, Cesvi Colombia, una asociación de aseguradoras que considera entre sus actividades la subasta online de automóviles o autopartes en salvamento, para lo que las personas pueden acudir a su página web.

Los salvamentos están ligados a las políticas de cada entidad que emita el remate, sea la aseguradora, en el ámbito privado, o la DIAN, en lo público. Eso puede aportar seguridad a la hora de participar en las subastas, pero existen algunos riesgos que los usuarios deben considerar, como estos:

  • Que piezas clave, como el chasis, hayan sido reparadas o restauradas hasta llegar a una capacidad o sostenibilidad inferior a su estado original.
  • Probable sustitución de elementos de seguridad, como bolsas de aire, censores o cinturones, por otros de materiales distintos a los de un vehículo nuevo.
  • Estafas por parte de falsos intermediarios que aprovechan los precios bajos para buscar clientes que no tomen en consideración las medidas estrictas de calidad o seguridad.
  • Daños desconocidos por los compradores, por cuenta de descripciones no tan detalladas por parte de las entidades oferentes.
  • Posible falta de resistencia frente a eventuales accidentes en zonas que hayan acarreado deterioros previos a los salvamentos.

¿Cómo acceder a las subastas de la DIAN?

Las subastas de la DIAN, al igual que las de otras entidades, como la SAE, comienzan con invitaciones difundidas en su página web y en sus canales de prensa. De acuerdo con los procedimientos publicados en varios boletines, este es el paso a paso para participar en un remate.

  • Debe registrarse en el portal El Martillo, un sitio especializado del Banco Popular que cuenta con catálogos y varias opciones para ser parte de subastas estatales.
  • Revise el catálogo y observe la mercancía. Revise la información de todo lo que le interese, como la ubicación, el precio de base calculado por la DIAN, las especificaciones de los modelos, las condiciones para su compra, entre otras.
  • Tenga en cuenta los días de la subasta informados por la DIAN. Normalmente, tres días antes de la fecha exacta la Dirección comienza a recibir ofertas a través de El Martillo. Por ejemplo, para la subasta de maquinaria industrial de junio, la DIAN recibió ofertas del 26 hasta el 28 de junio.
  • En los días señalados por la DIAN, ingrese a El Martillo y diríjase a “Sala de subastas virtuales”. Una vez allí, haga clic en el botón de pagos en línea PSE que encontrará en la opción “Mi cuenta - Constituye tu depósito”. Realice un pago del 40% del valor del bien. Además, haga una oferta de un precio que no sea inferior al 70% del avalúo.
  • Luego de que el pago sea aprobado por su entidad bancaria, podrá participar en la subasta virtual o presencial, según las indicaciones para entrar en la puja y, eventualmente, ganar.