Congreso negó reforma política, pero salvó transfuguismo para permitir cambio de partido
Carlos Felipe Quintero, representante del Partido Liberal, y Jorge Tamayo, del Partido de la U, hablaron en los micrófonos de La W.
Congreso negó reforma política, pero salvó transfuguismo para permitir cambio de partido
En la última jornada de sesiones ordinarias del Congreso, este 16 de diciembre, el Senado hundió la reforma política sin siquiera entrar a debatirla, pues el tiempo no alcanzó y el proyecto se encontraba en el punto 8 del orden del día.
La iniciativa buscaba cambios en la financiación de las campañas, establecía elecciones primarias en los partidos y un nuevo sistema para elegir a los magistrados del Consejo Nacional Electoral.
Así pues, el Congreso le dijo que no a la reforma política, pero en su lugar, la Cámara de Representantes aprobó en cuarto debate el proyecto de acto legislativo que revive el transfuguismo en Colombia, es decir, la posibilidad de que congresistas cambien de partido político sin incurrir en doble militancia e inhabilidades.
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Carlos Felipe Quintero, representante del Partido Liberal y ponente de la reforma política, lamentó el hundimiento del proyecto en el Senado: “Era una reforma que cambiaba el sistema político. Que el Senado ni siquiera la haya discutido es lo más preocupante; estamos aquí para debatir, independientemente de las posturas”, señaló.
Por otro lado, defendió la aprobación del transfuguismo. Según dijo, debe respetarse la libertad de los congresistas para cambiar de partido: “No podemos estar amarrados a un partido si no nos sentimos representados. La democracia debe permitir esa movilización política, aunque estoy de acuerdo en limitarla a una sola vez para evitar abusos”, afirmó Quintero.
Por su parte, Jorge Tamayo, representante del Partido de la U, fue una de las pocas voces críticas del proyecto y presentó una proposición para archivarlo. Tamayo advirtió que este mecanismo “lesiona la democracia y desvaloriza la representación electoral. El Congreso está reduciendo la política a un instrumento de cambio oportunista, dejando de lado la verdadera esencia de los partidos, que debería basarse en principios ideológicos claros y en la confianza del elector”.
Según él, esto solo profundiza la desfavorable imagen de la institución ante la opinión pública. Ahora, el proyecto de transfuguismo aún debe superar cuatro debates más, dado que es un acto legislativo y requiere mayorías calificadas en segunda vuelta.
Esto quiere decir que necesitará el Sí de la mitad más uno de los integrantes de la corporación en la que se debata el texto. Por ejemplo, este lunes fue aprobado por la plenaria de la Cámara con 84 votos; en la segunda vuelta necesitará 94.