Nosferatu: una oscura obra maestra renace en el séptimo arte

El 25 de diciembre de 2024 en Estados Unidos y el 2 de enero en Colombia, será una fecha marcada por el terror en las salas de cine, con el estreno oficial de Nosferatu, una de las películas más esperadas del año.

Sin embargo, críticos y medios ya han tenido la oportunidad de adentrarse en este inquietante universo. La película ya ha sido nominada 46 veces y ha recibido 9 premios, entre esos los Critics Choice Awards 2025 por Mejor Vestuario, Mejor Diseño de Producción y mejor Maquillaje, entre otros.

Dirigida por Robert Eggers, conocido por películas como The Witch y The Lighthouse, esta nueva adaptación del clásico de F.W. Murnau no solo honra su legado, sino que lo reinterpreta con una sensibilidad moderna que explora la relación entre la oscuridad y la naturaleza humana.

La historia sigue a Thomas Hutter (Nicholas Hoult) y su esposa Ellen (Lily-Rose Depp), quienes son arrastrados a un abismo cuando Thomas viaja a Transilvania para cerrar un trato inmobiliario con el misterioso conde Orlok, interpretado de manera escalofriante por Bill Skarsgård.

Críticos como los de Collider han destacado la atmósfera magistral de la película, mencionando que Eggers logra capturar “la esencia del cine expresionista alemán” mientras inyecta una perspectiva fresca e inquietante.

Por su parte, Looper, que es otra página de críticos equivalente a Rotten Tomatoes, señala que Eggers lleva su estilo meticuloso y su habilidad para crear ambientes opresivos a un nivel completamente nuevo, describiendo la película como un “viaje cuidadosamente orquestado hacia la oscuridad que simplemente no te deja ir”.

Coincido con estas opiniones: Nosferatu no es solo un remake, sino un espejo de nuestra relación con la sombra que nos persigue, iluminada por la maestría técnica y artística de Eggers. Es, sin duda alguna, una obra con un potencial inmenso para redefinir el séptimo arte contemporáneo.

En cuanto a las actuaciones, Skarsgård encarna a Orlok con una presencia visceral y perturbadora, complementada por un diseño sonoro y visual que transforma cada cuadro en un lienzo gótico lleno de movimiento y sensualidad. Jarin Blaschke, colaborador habitual de Eggers, crea paisajes de luz y sombra que evocan pinturas románticas, sumergiendo al espectador en un mundo donde la oscuridad siempre acecha.

Nosferatu es mucho más que una película de terror; es una experiencia sensorial y emocional que, al igual que su legendario protagonista, no soltará a su audiencia fácilmente.