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Asilados en embajada de Argentina en Caracas denuncian hostigamiento con drones

Tienen nueve meses en la embajada argentina que desde el 29 de julio cuenta con la protección de Brasil y tres semanas con servicios limitados.

Pedro Urruchurtu, Magalli Meda y Omar González, tres de los seis asilados en la embajada de Argentina en Caracas.

Asediados y “hostigados con drones y funcionarios portando fusiles de asalto”, así denunciaron estar los seis opositores que el próximo 20 de diciembre cumplirán nueve meses en la embajada de Argentina en Caracas.

Desde hace semanas, efectivos de seguridad del Estado rodean la sede diplomática que, tras la elección presidencial se encuentra bajo protección de Brasil luego que el gobierno de Nicolás Maduro rompiera relaciones con el gobierno argentino que cuestionó los resultados electorales.

Además, desde hace tres semanas estas seis personas, cinco de ellas del equipo cercano a María Corina Machado, viven limitados con el servicio eléctrico y de agua luego que la empresa estatal Corpoelec retirara los fusibles. Adicionalmente, el poco personal que quedaba en la residencia y que se encargaba del mantenimiento, fue retirado el pasado miércoles.

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Magalli Meda, Pedro Urruchurtu y Omar Gonzalez hablaron, vía zoom, para relatar que los efectivos policiales y militares que rodean la embajada tampoco permiten el ingreso del personal brasilero.

Además, recordaron que “lo poco que ingresa a la embajada como medicinas o comida es fotografiado y revisado”. Esto porque desde hace semanas el ministro de Interior, Diosdado Cabello, los ha señalado de estar vinculados a planes desestabilizadores.

A eso se le suma las denuncias que se han hecho de la toma de casas vecinas para vigilarlos.

“Las condiciones cada vez son bastante más complejas”, dijo Meda que agregó que, “el régimen ha decidido usar esta embajada como un mecanismo de coacción y presión ante todo lo que ellos sienten que puede vulnerar su posibilidad de mantenerse en el poder (…) cuando se les ocurre presentarse armados, encapuchados, haciendo ruido, como en una sensación de que van a entrar, es un acoso psicológico”.

Asimismo, indicó que se usan organismos del Estado para “vulnerar sedes diplomáticas”.

Meda, Urruchurtu y González dijeron desconocer cuál es la situación del gendarme argentino detenido en Venezuela pero que ese hecho da cuenta de lo delicado de la situación.

Agradecieron a los gobiernos de Argentina y Brasil pero al mismo tiempo piden a los presidentes Javier Milei y Luiz Inácio Lula da Silva que se pronuncien y “afronten con urgencia” la situación. También piden que se inicien las negociaciones para lograr los salvoconductos como se establece en los convenios de asilo suscritos por Venezuela.