El pasado miércoles, 4 de diciembre, en horas de la noche, un grupo de unos 35 indígenas de la comunidad Emberá se tomaron una parte del <b>Edificio San Diego de Bogotá, </b>generando problemas con las autoridades en el centro de la ciudad.<b>Se trata de un edificio que hace parte de la Unidad de Víctimas. </b>Allí varios lideres de la dirección de Asuntos Étnicos de la UARIVA aseguraron que se rompió la mesa de negociación, asegurando que se quedarán en el lugar hasta tener respuestas por parte del Gobierno Nacional.La ciudadanía del sector se siente afectada, no solo por la salubridad sino porque ya están empezando a evidenciarse problemas de convivencia.<b> W Sin Carreta puso la lupa sobre estas denuncias.</b>Maricela Jiménez, dueña de un restaurante vecino al edificio tomado por los indígenas, denunció que “al lado de donde están ellos está mi tanque elevado de agua potable,<i> ellos la están sacando para lavar, para bañarse, para su consumo”</i>, tema verificado por este medio.Otros ciudadanos también comentan que este no es un lugar apto para vivir, ya que estaba abandonado, <b>por lo que los indígenas deberían salir de allí por su seguridad.</b>“No es una zona de reubicación para un ser humano, es una bodega abandonada hace mucho, sin servicios públicos, sin luz (…) <b>nos vemos todos los comerciantes afectados por esta situación”, </b>dice la ciudadanía en W Sin Carreta.<b>Escuche el caso en W Sin Carreta:</b>