Alcalde Galán confirmó nueva fecha para la entrega del deprimido de la calle 72 en Bogotá

El alcalde de Bogotá anunció que el deprimido de la calle 72, parte del proyecto del metro, no será entregado el 8 de diciembre como se esperaba, y se proyecta su finalización para enero o febrero de 2025 debido a retrasos del contratista.

Alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán. Foto: EFE/Alcaldía de Bogotá / Alcaldía de Bogotá (EFE)

Bogotá

El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, confirmó este martes que el deprimido de la calle 72, parte del proyecto de la Primera Línea del Metro, no será entregado el 8 de diciembre como estaba programado tras una prórroga contractual. Según el mandatario, la nueva fecha de entrega se proyecta para enero de 2025, aunque podría extenderse hasta febrero dependiendo de las decisiones del contratista.

El contratista de la obra había adquirido 60 días adicionales para extender el plazo de entrega original, previsto inicialmente para el 8 de octubre de 2024. No obstante, la obra, que actualmente presenta un avance del 91,05 %, aún tiene pendientes como la conexión de las vías subterráneas con la estación de bombeo, infraestructura esencial para prevenir inundaciones en el sector.

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“Evidentemente, el deprimido no estará listo el 8 de diciembre. El contratista deberá decidir si compra más días o si entra en un proceso de sanción. Lo cierto es que la obra no se demorará más allá de enero o febrero de 2025″, señaló Galán en declaraciones a medios.

A pesar del retraso en este punto específico, el alcalde afirmó que el proyecto en su conjunto no se ha visto afectado. Según los reportes más recientes, el avance total de la obra alcanza el 42,45 %, con una construcción sostenida de 200 metros de viaducto por semana. “El viaducto avanza al ritmo esperado, con un incremento del 22 % en el último año. Estamos trabajando para cumplir con los tiempos establecidos”, precisó Galán.

Galán explicó que el contrato del metro incluye una cláusula que permite al contratista adquirir días adicionales para completar los trabajos. Por cada día comprado, el contratista debe pagar al Distrito una penalidad económica. Si no se adquieren más días y no se cumple el nuevo plazo, el contratista enfrentará sanciones.

El alcalde contextualizó el retraso al señalar que es menor en comparación con otras obras de infraestructura en la ciudad. “Un retraso de tres meses en una obra de estas dimensiones es inusual. En el pasado, Bogotá ha enfrentado demoras de cinco o más años en proyectos similares”, afirmó.