Actualidad

Petro salió, otra vez, en defensa del MinHacienda, Ricardo Bonilla: “acusación es injusta”

El presidente hizo un recuento de todo el trabajo que él hizo como congresista para denunciar la corrupción en torno a los cupos indicativos.

Gustavo Petro y Ricardo Bonilla. Fotos: (Colprensa - Mariano Vimos)

Gustavo Petro y Ricardo Bonilla. Fotos: (Colprensa - Mariano Vimos)

Por medio de su cuenta de X, el presidente Gustavo Petro, una vez más, salió en defensa del ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, salpicado en el escándalo de corrupción de la Unidad Nacional de Gestión de Riesgos de Desastres.

Esta vez, el mandatario aseguró que conoce a Bonilla y sus actuaciones, por lo que considera injustos los señalamientos.

“Conozco al profesor Ricardo Bonilla y lo respeto muchísimo por su profundidad intelectual como economista de verdad, comprometido con las necesidades de su pueblo. A veces, lo intelectual separa del pueblo, te hace veleidoso, te genera una especie de aristocracia falsa que te lleva a servir con ideas, también falsas, a los enemigos brutales de la gente. Bonilla no cayó en ese pecado de la egolatría mental, siempre, a pesar de su doctorado o gracias a él, sirvió a sus alumnos, a su pueblo con humildad. Sé que la acusación a Bonilla es injusta. Como revolucionario, y desde muy joven, amé el sentido de la justicia”, dijo el mandatario.

Sumado a esto, el presidente aseguró que lo contado sobre las actuaciones del ministro Bonilla no corresponde a la realidad.

“El relato periodístico sobre Bonilla es al revés, como casi siempre, cuando se trata de destruir alternativas políticas y sueños colectivos de la gente que trabaja y estudia. La misma funcionaria de MinHacienda lo sabe”, agregó.

En ese mismo mensaje, el presidente Petro se refirió a los llamados cupos indicativos y cómo se han manejado en el país.

“Los llamados cupos indicativos, que yo mismo denuncié en el Congreso, en aquel entonces eran hechos por centenares, en donde los congresistas se identificaban por códigos secretos en el Minhacienda, y donde se entregaban centenares de miles de millones de pesos girados a alcaldes amigos de los congresistas, para que estos eligieran a los contratistas que iban a darles dinero en efectivo para comprar los votos de sus electores. No es un invento de hoy, y no solo es un delito, sino que es el mismísimo sistema político de Colombia. No hay congresista si no compra votos en las regiones, excepto los que apelan a la opinión libre de la ciudadanía, y sin congresistas no hay leyes. La ley sale manchada de poder y corrupción.

Este sistema le ha servido a narcos y asesinos en el poder que generan genocidios. La corrupción se ha adueñado de políticos y de la ciudadanía electoral comprada. El crimen contra el pueblo se convierte así en poder. Los justos van a la cárcel o a la muerte, los asesinos a sus haciendas lujosas a vivir tranquilos a pesar de la sangre. Así se vuelven algunos hombres, los más ricos del país”, puntualizó.

Petro habló de sus denuncias frente a los cupos indicativos

“Yo mismo descubrí y denuncié esa práctica clandestina a toda Colombia siendo parlamentario libre, en el gobierno de Andrés Pastrana, siendo ministro de Hacienda Juan Manuel Santos. Solo me acompañó en mi denuncia, con todas las pruebas presentadas que llenaron las paredes del hemiciclo con nombres propios de congresistas, con sus códigos secretos al frente y la cantidad de dinero entregada, Antonio Navarro, que ha olvidado el consejo de Bateman sobre que las estructuras políticas valen huevo y que están por encima los proyectos políticos y el pueblo. También me acompañó Carlos Ossa Escobar, amigo de la paz en ese momento, contralor general y constituyente del M-19, hoy muerto.

Ningún juez condenó la práctica. El delito del poder quedó impune. El fiscal general había entregado la Fiscalía al peor crimen de todos: el paramilitarismo narcotraficante, que alguna prensa presentaba como los héroes de la patria que mataban a humildes, líderes y a los odiados revolucionarios. La política y la ley se siguieron basando en la corrupción. Le dijeron a Petro, Ossa y Navarro que eran habladores de carretas de las Farc, y el pueblo siguió engañado y embrujado en la orgía de sangre y muerte que desató el “führer” que crearon para calmar la necesidad de cambiar el país y sacarlo de la sangre”, agregó.

El siguiente artículo se está cargando

Escucha la radioen directo

W Radio
Directo

Tu contenido empezará después de la publicidad

Programación

Señales

Elige una ciudad

Compartir

Más acciones

Suscríbete

Tu contenido empezará después de la publicidad