El alcalde de Floresta, Boyacá, decretó calamidad pública por emergencia invernal
Debido a los torrenciales aguaceros que se han registrado en las últimas semanas en el municipio, las pérdidas en cultivos son cuantiosas.
Las fuertes lluvias en el municipio de Floresta, Boyacá, derivaron en inundaciones en gran parte de los cultivos en este sector del departamento / Foto: Suministrada.
Floresta
El municipio de Floresta, ubicado en la provincia del Tundama en Boyacá, enfrenta una grave emergencia climática tras la inundación de más de 100 hectáreas de terrenos agrícolas debido a lluvias torrenciales que duraron más de 12 horas consecutivas.
Según el alcalde Luis Mario Vargas, el impacto es devastador, con cultivos arruinados, pastos inutilizables para el ganado y daños significativos en viviendas e infraestructura vial.
“Las precipitaciones constantes durante cerca de 12 a 13 horas generaron un volumen de agua equivalente a lo que normalmente cae en un año o año y medio. Esto ha provocado que los pastos se pudran, impidiendo que los animales puedan alimentarse, y dejando pérdidas significativas para los agricultores en el municipio”, indicó Vargas.
La administración local declaró la calamidad pública para agilizar recursos y permitir acciones inmediatas, como el dragado de quebradas y canales. Sin embargo, algunos propietarios han dificultado las labores al negar el acceso de maquinaria a sus predios. El alcalde subrayó que, en casos de emergencia, el interés colectivo debe prevalecer sobre el privado, citando medidas legales para garantizar las intervenciones necesarias.
“Hoy esperamos iniciar el dragado de quebradas, canales y cauces para evacuar el agua acumulada y reducir el impacto en las zonas afectadas”, afirmó el mandatario.
Además de los esfuerzos iniciales para drenar las áreas afectadas, las autoridades están realizando un censo para evaluar la magnitud de las pérdidas y coordinar ayudas para los damnificados.
Entre las primeras medidas, se distribuyeron mercados a las familias más vulnerables, aunque la recuperación económica y ambiental se proyecta como un desafío a largo plazo. Las pérdidas agrícolas podrían tardar meses en revertirse, mientras los gobiernos local y departamental buscan más apoyos para enfrentar esta crisis.