Ministro israelí instó a Netanyahu a detener posible acuerdo de cese al fuego con Hezbolá

El ministro de Seguridad Nacional de Israel, el ultraderechista Itamar Ben Gvir, instó este lunes 25 de noviembre al primer ministro, Benjamín Netanyahu, a detener un posible acuerdo para el cese al fuego con Hezbolá.

“Precisamente ahora, cuando Hezbolá está derrotado y anhela un alto el fuego, está prohibido detenerse. Como advertí antes en Gaza, lo advierto ahora también: Señor Primer Ministro, ¡no es demasiado tarde para detener este acuerdo! ¡Debemos continuar hasta la victoria absoluta!”, escribió el ministro a través de la red social X.

A juicio de Ben Gvir, “es un gran error” firmar un pacto que detenga los enfrentamientos entre el Ejército de Israel y Hizbulá, que hasta la fecha han dejado miles de muertos, desplazados y destrucción.

El funcionario, conocido por su ideología supremacista judía y antiárabe, insistió en que Israel “perderá una oportunidad histórica para erradicar a Hizbulá” si decide detener su ofensiva en este momento.

“Entiendo todas las limitaciones y razones, pero sigue siendo un grave error. Hay que escuchar a los comandantes que luchan en el campo, escuchar a los jefes de las autoridades”, agregó.

Sus declaraciones se producen pese al aumento de la presión internacional en favor de una tregua, luego de más de dos meses de intensos enfrentamientos.

Ben Gvir también aseguró el pasado 4 de septiembre que se interpondrá ante cualquier posible acuerdo de alto el fuego con Hamás en la Franja de Gaza.

En las últimas horas, Hizbulá intensificó el lanzamiento de cohetes contra Israel, disparando más de 350 proyectiles el domingo, incluidos misiles y drones.

Estos ataques afectaron no solo el norte, sino también el centro del país, donde las sirenas sonaron repetidamente durante el día y varias personas resultaron heridas.

Más de un año de intercambio de fuego entre Israel e Hizbulá en la frontera con Líbano ha causado la muerte de más de 3.500 personas en Líbano, según fuentes oficiales libanesas, la mayoría desde que el Ejército israelí intensificó su campaña de bombardeos contra el país vecino.

Las fuerzas armadas israelíes estiman que unos 2.500 de los fallecidos eran milicianos del grupo chií Hizbulá.

En el lado israelí, 78 personas han muerto debido a ataques lanzados desde Líbano, de las cuales 47 eran civiles, incluyendo seis extranjeros. Además, 46 soldados y un investigador fallecieron en combate en el sur del país vecino, y más de 60.000 civiles han sido desplazados de los territorios del norte.