Al Oído: Bogotá no camina segura y el alcalde se raja, ¿para cuándo los cambios?

Al alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, pónganle cero en seguridad.

No hay más tiempo para aprendizajes, la ciudad exige eficiencia y contundencia, mientras que el alcalde se está rajando en materia de seguridad.

El pasado 20 de noviembre conocimos sobre la explosión de un artefacto cerca de la sede principal del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC) y, 20 minutos después, una balacera por robar a un ciudadano que se movilizaba en una camioneta Toyota.

Esto solo fue de ayer, pero todos los días se conocen casos de atracos, extorsión y otros delitos.

Por eso, en Al Oído, pasamos al alcalde al tablero con su secretario de Seguridad, César Restrepo, y la administración distrital se rajó.

Los delitos que atentan contra la vida e integridad de las personas son los que mayor incremento han tenido a lo largo de este año. Del 1 de enero al 30 de septiembre, se presentaron 863 homicidios, 80 casos más que en el 2023.

De igual forma, las estadísticas indican un aumento de 13,397 a 16,293 casos de lesiones personales, lo que representa un aumento del 22%.

Mucho oído

Hay aumento en las cifras de delitos de alto impacto durante el 2024:

• El 64% de los bogotanos se sienten inseguros en sus propios barrios, mientras que el 79% cree que los delitos y la violencia pueden afectar directamente a su familia.
• Bogotá es una de las ciudades donde más extorsiones se denuncian: este delito subió un 71% en 2024, comparado con el mismo periodo del año anterior, pasando de 1.138 a 1.942 casos.
• Localidades como Fontibón, Los Mártires, Candelaria, Teusaquillo, Santa Fe, Engativá, Ciudad Bolívar, Suba y Kennedy enfrentan incrementos de inseguridad preocupantes que pasan el 170%, afectando a comerciantes y ciudadanos.

Alcalde Galán: un buen gerente entiende que, si no hay resultados, deben existir cambios, Bogotá necesita acciones y soluciones. Si el secretario de Seguridad no está dispuesto a hacerlas, debe dar un paso al costado.

La estrategia de seguridad del alcalde Galán fracasó. La seguridad de la ciudad no está mejorando y, por el contrario, vemos un aumento significativo de los delitos más graves como el homicidio, las lesiones personales, la violencia intrafamiliar y la violencia sexual.

En Bogotá nadie camina seguro.

La ñapa para el cierre

Bastante bien se le ha visto al embajador ante la FAO, Armando Benedetti, en Barranquilla.

Acuérdense de la frase: “al tigre siempre hay que dejarle una puerta”. Él mismo lo dijo y muchos no le creyeron. Lo cierto es que es un político que guste o no, es un verdadero “tigre” y ningún huracán parece tumbarlo.

El embajador se encuentra muy bien en su vida familiar. Contrario a lo que muchos dijeron, los grandes amores siempre vuelven.

Pero es un “tigre”: calienta motores en la antesala de la campaña del 2026 para llegar a otra entidad del Gobierno y reforzar, eso es un hecho. Ahora sí tienen sentido las presiones del cambio de la doctora Laura Sarabia.

Benedetti viene con más fuerza y quienes lo han visto dicen que está en su mejor momento.

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