Caso Pegasus: El general (r) Jorge Luis Vargas guardó silencio ante la Fiscalía
El general Vargas acudió en compañía de su abogado defensor a la diligencia.
El general (r) Jorge Luis Vargas guardó silencio durante la declaración juramentada ante la Fiscalía Sexta Delegada ante la Corte Suprema de Justicia sobre la investigación sobre el software espía ‘Pegasus’.
En compañía de su abogado defensor Camilo Sepúlveda, el general (r) llegó al búnker de la Fiscalía, cerca de las 8:00 de la mañana de este viernes, 8 de noviembre, y allí, en las instalaciones de la Fiscalía Sexta Delegada ante la Corte Suprema de Justicia, anunció su deseo de guardar silencio, acogiéndose a su derecho constitucional.
Desde la Fiscalía señalaron que la declaración juramentada no se realizó teniendo en cuenta que el oficial retirado decidió no pronunciarse.
Sin embargo, se conoció que contra el general Vargas no se adelanta formalmente ninguna investigación en la Fiscalía.
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En contexto
Después de que la Unidad Investigativa del diario El Tiempo revelara que funcionarios del Gobierno de Joe Biden aseguraron que Estados Unidos fue el país que financió la compra del software ‘Pegasus’ en Colombia, La W conoció nuevos detalles sobre esta transacción.
W Radio revisó las fechas y cruzó la información proporcionada por el Gobierno estadounidense, quien señaló a El Tiempo que al presidente Iván Duque no se le informó de la adquisición de ‘Pegasus’ por dos razones:
- La herramienta tecnológica era una más entre los muchos instrumentos que utiliza el Gobierno de Estados Unidos y, por eso, se manejó a nivel operativo.
- No existía polémica por el uso de ese software en ese momento, año 2021.
No obstante, sobre esa segunda razón, La W conoció que esa información no es acertada, ya que, desde el año 2019, en los Estados Unidos ya se tenían identificados los usos indebidos que se habían hecho de ‘Pegasus’.
Por ejemplo, era sabido que en México se había utilizado a ‘Pegasus’ para hacer persecución o ‘chuzadas’ a periodistas y disidentes políticos. Además, los Emiratos Árabes habían hecho seguimientos a algunos activistas de derechos humanos e, incluso, al periodista Jamal Khashoggi, quien fue torturado y asesinado en la Embajada de Estambul.
