Pizarro y Racero buscan partido propio hacia 2026: ¿Se viene la división del MAIS?

Este jueves 7 de noviembre se cumple el plazo para que los congresistas que desean aspirar nuevamente al Congreso en 2026, pero por otro partido, renuncien a su curul y a la colectividad que los avaló, para no quedar inhabilitados por doble militancia.

Aunque desde el Congreso se intentó extender este plazo con varias fórmulas, como el proyecto de ley para revivir el transfuguismo en Colombia, estas iniciativas no prosperaron. De hecho, en la segunda legislatura se presentó un proyecto que se hundió, y en el periodo actual se están tramitando otros dos con el mismo objetivo.

Estos proyectos que buscan permitir el cambio de partido sin que sea necesario renunciar al Congreso han llevado las firmas de la mayoría de los congresistas del Pacto Histórico, y han sido promovidos por dos figuras claves del petrismo: el representante David Racero y la senadora María José Pizarro.

Ambos congresistas están interesados en cambiar de colectividad de cara a 2026, ya que aseguran sentirse limitados e incomodos en el partido que los llevó al Congreso: el Movimiento Alternativo Indígena y Social (MAIS), que por el momento hace parte de la coalición del Gobierno.

En ese contexto, han asegurado que su verdadero movimiento político no es la base indígena que representa el MAIS, sino la base social de la Colombia Humana, liderada por el presidente Gustavo Petro. Y con miras a 2026, la propuesta es competir al Congreso o incluso avalar una candidatura presidencial de Pizarro por fuera del movimiento indígena.

Y es que el MAIS ha dejado claro que no se integrará al partido único del que habla el presidente y que apoyan algunos sectores del Pacto para 2026. Por eso, a solo un día de que se venza el plazo para presentar su renuncia, y dado que la ley de transfuguismo tiene pocas posibilidades de prosperar, ambos congresistas ya encontraron una nueva fórmula: un acuerdo político que les permitiría salir del MAIS sin necesidad de tramitar ninguna ley.

Esta fórmula es la escisión o división del partido MAIS, una propuesta que han venido evaluando desde mayo. De hecho, La W conoció que desde mediados de este año, Pizarro y Racero enviaron una solicitud formal al partido pidiendo que se les permita salir y crear un nuevo partido, el cual eventualmente se integraría al Pacto Histórico.

De hecho, durante esta semana, Pizarro ha avanzado en conversaciones con congresistas indígenas, pues el plazo se vence mañana. Y si no se consolida ese acuerdo, tendrían que decidir si renunciarán al Congreso mañana mismo.

El nombre clave en este acuerdo político es Martha Peralta, senadora y presidenta del MAIS, quien deberá dar su visto bueno para que se concrete la escisión e incluso evaluar la propuesta de que ella también abandone la colectividad indígena y se vaya para ese nuevo partido de las entrañas del petrismo.

Si Peralta accede a implementar esta figura que liberaría a Pizarro y Racero, la mayoría del partido que ella lidera, especialmente las bases indígenas del norte, como los Wayuu, también aceptarían la escisión.

Por otro lado, Pizarro ya ha mantenido conversaciones con la senadora Aída Quilcué y otros congresistas de menos peso, pero con apoyo de bases en el Cauca, la OPIAC, entre otros, que también tendrán que votar.

Las fechas claves son el 7 de noviembre, el límite para consolidar el acuerdo político, y el 14 de noviembre, cuando se llevará a cabo la IV convención nacional del MAIS, donde los delegados del partido votarán para autorizar la escisión.

De acuerdo con el registrador Hernán Penagos, la figura de la escisión debe entenderse como la posibilidad de que un partido o movimiento político se disuelva y divida su patrimonio en dos o más partes, a favor de una o varias colectividades políticas existentes o nuevas.