Cada cuatro minutos muere un niño por violencia infantil en el mundo: Unicef
En el marco de la primera Conferencia Ministerial Mundial para Poner Fin a la Violencia contra la Niñez, que se desarrolla en Bogotá, Unicef presentó cifras y medidas para combatirla.
En el marco de la primera Conferencia Ministerial Mundial, que se celebrará esta semana en Bogotá, UNICEF ha instado a los gobiernos, organizaciones de la sociedad civil, defensores de los derechos de la infancia y jóvenes de todo el mundo a tomar medidas urgentes para erradicar la violencia que afecta a millones de niños cada año.
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Esta conferencia reunirá a más de 180 países, incluidos 75 ministros, con el objetivo de reforzar los compromisos globales para proteger a los niños y poner fin a un fenómeno que destruye vidas y comunidades enteras.
La violencia contra los menores —ya sea física, emocional o sexual— se presenta como una crisis mundial que ocurre en los hogares, las escuelas, las comunidades y, cada vez más, en internet. Según los datos globales más recientes, cada cuatro minutos muere un niño a causa de un acto de violencia.
A nivel mundial, se estima que 90 millones de niños han sido víctimas de violencia sexual, y más de 650 millones de mujeres y niñas adultas, 1 de cada 5, fueron víctimas de violencia sexual durante su niñez. Esta violencia no solo causa sufrimiento físico, sino que tiene consecuencias devastadoras para la salud mental, el desarrollo cerebral y el bienestar social de los menores, generando ciclos de violencia que afectan a generaciones enteras.
“Somos la primera generación plenamente consciente de la magnitud, las causas y los costos de la violencia contra la infancia”, destacó Sheema SenGupta, Directora de Protección Infantil de UNICEF. “Sabemos que hay soluciones efectivas. Lo que falta es la inversión y el compromiso para llevarlas a cabo”, agregó.
Entre los principales hallazgos, UNICEF destaca que los niños que crecen en ambientes violentos son más propensos a sufrir problemas de salud como asma, enfermedades cardíacas y trastornos mentales. Además, el estrés tóxico causado por la violencia afecta el desarrollo cerebral y puede aumentar la propensión a conductas delictivas y el abuso de sustancias en la vida adulta.
Medidas para erradicar la violencia infantil
Para poner fin a la violencia, UNICEF señala tres áreas clave que requieren atención inmediata: el acceso a trabajos dignos para las familias, el acceso universal a ambientes escolares seguros y el apoyo especializado a los niños que lo necesiten. En particular, la organización insta a los gobiernos a implementar políticas públicas que promuevan un entorno protector desde la infancia, así como a aumentar la inversión en programas educativos y de apoyo psicosocial.
“El costo de no actuar es demasiado alto”, afirmó SenGupta. “No solo estamos hablando del sufrimiento de los niños, sino también de un impacto económico significativo que afecta a las comunidades y las economías de los países”.
La violencia en la infancia no es un problema aislado; afecta a todos los rincones del mundo, y la solución radica en una acción global coherente. UNICEF destaca que la violencia está fuertemente vinculada a contextos de pobreza y desigualdad, y que es fundamental trabajar con las comunidades más vulnerables, incluyendo aquellas donde persisten prácticas como el matrimonio infantil, especialmente en regiones de América Latina.
Un compromiso global para proteger a la infancia
La Conferencia Ministerial Mundial representa una oportunidad histórica para establecer compromisos concretos hacia un futuro libre de violencia para los niños. UNICEF hace un llamado a todos los países para que intensifiquen sus esfuerzos, mejoren sus políticas y destinen los recursos necesarios para garantizar que cada niño y niña tenga la oportunidad de crecer en un entorno seguro y saludable.
Cada día, alrededor de 100 niños son atendidos en el sistema de medicina legal por casos de violencia infantil, lo que subraya la urgencia de cambiar las políticas y estructuras sociales que perpetúan este ciclo de abuso. Si el mundo actúa de manera decidida y coordinada, es posible erradicar la violencia y asegurar que las futuras generaciones crezcan en un entorno de paz, respeto y oportunidades.