Retrasos en el intercambiador de la calle 72 aplazarán su apertura completa hasta 2025
El sistema de bombeo, aun sin finalizar, retrasa la operación total del intercambiador, prevista inicialmente para diciembre de este año.
El avance en la construcción del intercambiador de la calle 72, obra clave en la infraestructura del metro de Bogotá, enfrenta importantes retos, según informó el gerente de la empresa del metro, Leonidas Narváez.
Aunque algunas áreas están próximas a completarse, los retrasos se concentran en el sistema de bombeo, esencial para la seguridad y operatividad de la estructura.
Narváez aseguró que las áreas conectantes y comunes en el costado oriental y noroccidental estarán listas antes de finalizar noviembre. Sin embargo, el enfoque principal de los trabajos en la zona deprimida presenta incertidumbres debido a un atraso en la instalación del sistema de bombeo.
“No podremos poner en operación la parte deprimida si el sistema de bombeo no está totalmente terminado, verificado y construido”, afirmó Narváez, enfatizando que este componente es crítico para la seguridad de los usuarios.
El sistema de bombeo, cuya instalación comenzó con demoras, ha representado una pérdida de tiempo considerable en el cronograma.
Uno de los desafíos técnicos más sensibles es el proceso de *tunnel liner*, una metodología que permitirá la instalación de tuberías transversales en la parte baja del intercambiador hacia la estación de bombeo.
Según lo estipulado en el contrato, una vez se alcance el plazo previsto, la interventoría deberá iniciar un “periodo de cura”.
Este periodo tiene el propósito de evaluar los tiempos perdidos, entre otros aspectos críticos de la obra, y establecer un plazo razonable para que el contratista complete las tareas pendientes. Narváez puntualizó que, de no cumplir con el cronograma ajustado, se activará un proceso de incumplimiento conforme a la ley y las cláusulas contractuales, garantizando el debido proceso.
La expectativa se centra en si el sistema de bombeo estará operativo antes de fin de año, pero con el retraso actual, esta fecha podría extenderse.
La situación plantea preguntas sobre el cumplimiento de los tiempos en futuras fases y el impacto en los usuarios que esperan una infraestructura que cumpla con los estándares de seguridad y funcionalidad necesarios para su inauguración.