Narcos invisibles: 42 capturados y más de 170 identificados por parte de Policía colombiana

La W pudo conocer en exclusiva un documento que detalla cómo el Gobierno Nacional ha determinado una alta prioridad sobre los verdaderos dueños del narcotráfico y de las finanzas asociadas a grupos armados. Por eso, se han hecho procesos de identificación y seguimiento, apoyados por agencias internacionales de Estados Unidos, Reino Unido y otros países, permitiendo generar la captura de 42 narcos invisibles y la identificación de más de 170 capos que utilizan fachadas.

Los narcos invisibles en Colombia poseen capacidad de tráfico internacional de cocaína y solvencia económica necesaria para invertir en la cadena de valor del ilícito. Manejan un bajo perfil y combinan las actividades ilícitas con negocios legalmente constituidos.

Además, estas personas actúan a través de coordinadores o cabecillas visibles e, incluso, algunos de ellos son integrantes de grupos armados: “Delinquen bajo esquemas horizontales, agrupando narcotraficantes para traficar conjuntamente y cumplir la demanda internacional”, precisa el documento.

En ese sentido, precisa el informe: “(Realizan) conexiones con narcotraficantes recluidos en centros carcelarios a nivel nacional que sirven como socios o incluso pueden mantener una dinámica de coordinación e incidencia en el narcotráfico de alto nivel, en lo relacionado con rutas y alianzas para el envío de estupefacientes al exterior”.

“Serían los principales contactos para negociaciones con redes transnacionales o emisarios de los carteles mexicanos, las mafias italianas, españolas, de Los Balcanes, en general las europeas; y organizaciones brasileras, que también podrían reunir las características de narcotraficantes invisibles”, agrega el informe.

Así, estos narcotraficantes son propietarios de parte del producto (cocaína) y “tercerizan” la infraestructura de tráfico, para enviar cargamentos conjuntos con grupos armados y otras redes narcotraficantes bajo la modalidad del “apunte” en la que cada actor participa con determinada cantidad hasta integrar cargamentos de una o dos toneladas.

De este modo, se las arreglan para articular o tercerizar redes proveedoras de servicios, que se diversifican sobre segmentos de la cadena de suministro de la cocaína (bodegaje, transporte, corrupción, logística y seguridad).

Sus “brazos sicariales” se dedican a la protección personal de cabecillas y de bienes, y capitalizan los aparatos armados de los grupos armados para la seguridad de laboratorios, rutas y cargamentos, conformando alianzas ante la imposibilidad de combatirlos.

Tras la caída de dos de los últimos dos narcos invisibles capturados por la Policía y que pertenecían a la mafia italiana, La W confirmó información sobre la investigación que se adelanta tras la captura de alias ‘Ermes’ y ‘Luigi’.

Según las fuentes consultadas por La W, estos capos llegaron a la ciudad porque eran los encargados de una nueva ruta de narcotráfico que se tiene con Europa y distribuían la droga al menos cinco clanes de la mafia italiana.

Por eso, desde Medellín se negociaba con quien produjera cocaína en el país, es decir, con grupos como el Clan del Golfo y otras organizaciones criminales, por lo que no se descarta que más capos de la mafia italiana hayan llegado a Colombia.

Lo que llama la atención de los investigadores es que tenían hasta cuatro apartamentos en el sector de El Poblado. En el caso de ‘Luigi’, arrendaban las viviendas hasta por 25 millones de pesos mensuales en donde se hacían fiestas con modelos

Entre tanto, en el caso de ‘Ermes’, los hombres de inteligencia sabían que uno de sus pasatiempos favoritos era el billar, pista que encontraron en cada uno de los apartamentos que, trimestralmente, alquilaba. Con esa condición de nómada y pagador de arriendo, buscaba pasar inadvertido y así estar a salvo de las autoridades.