<b>Fernando Llano Narváez era un estudiante aventajado en el Colegio Mayor de San Bartolomé a finales de los años setenta</b>. El claustro, el más antiguo y prestigioso dirigido por la compañía de Jesús, <b>tenía como rector al jesuita Mario Mejía Llano, primo de su papá.</b><b>La familia Llano Narváez pasaba por una situación económica muy difícil y Fernando fue becado para que pudiera continuar sus estudios</b>. Le daban un pequeño estipendio de un fondo creado por los exalumnos para niños necesitados. El tutor de esa beca era el director de estudios del colegio, el sacerdote jesuita <b>Darío Chavarriaga.</b><b>El cura empezó a frecuentar la casa de la familia</b>, especialmente cuando no había ningún adulto.Los detalles son escabrosos, no voy a entrar en ellos, pero <b>el cura Darío Chavarriaga abusó sexualmente de Fernando y de sus siete hermanas, todos niños entre 6 y 14 años.</b>Fernando guardó silencio por muchos años porque temía que si hablaban le quitarían la beca que tanto necesitaba para seguir estudiando y para aliviar la situación de su mamá y sus hermanas.En 2014 decidió contar su terrible verdad y descubrió que sus hermanas también habían sido objeto de vejámenes sexuales por parte del cura Chavarriaga, <b>todos habían guardado silencio por el temor al adulto y el respeto reverencial al sacerdote.</b>Fernando y dos de sus hermanas pidieron una reunión en 2014 con el entonces máximo jerarca de los jesuitas en Colombia, el <b>provincial </b><a href="https://www.wradio.com.co/2024/10/21/por-encubrir-presunto-pederasta-denuncian-penalmente-al-padre-francisco-de-roux/" target="_blank"><b>Francisco de Roux</b></a><b>.</b>Le contaron todo lo que había pasado en medio del inmenso dolor que les seguía produciendo. <b>Él abrió una investigación canónica, es decir una pesquisa para determinar si el pederasta había incumplido las normas de la Iglesia</b>.Las víctimas declararon y sus testimonios fueron grabados. <b>También fue oído el cura Darío Chavarriaga, quien confesó que había abusado de los ocho niños</b> y dijo más cosas que permanecen en una investigación secreta en el archivo de la Compañía de Jesús.Ante la plena prueba, <b>la decisión del entonces provincial Francisco de Roux consistió en apartar al cura pederasta de su cargo cuando se desempeñaba como decano del medio universitario de la facultad de odontología de la Universidad Javeriana</b>; también le prohibió decir misa y lo envió a vivir a una casa destinada a sacerdotes que padecían enfermedades terminales.<b>El padre de Roux olvidó mencionar que el criminal Darío Chavarriaga fue agasajado con un gran homenaje en la Universidad Javeriana</b> del cual existen fotos que ustedes pueden ver aquí en <b>La W</b>.El texto dice: “<b>la actividad contó con las palabras del señor decano Daniel Henao Pérez, con la presentación del doctor Juan Carlos Pulido y de la presentación musical por parte de los alumnos de pregrado de nuestra facultad</b>. Además, se le entregó una placa conmemorativa al padre Darío Chavarriaga. Un obsequio” y concluye la narración del sentido homenaje “Los mejores deseos para el padre Darío Chavarriaga y nuestra gratitud. Que Dios lo siga bendiciendo y gracias por todo”.Como sea, <b>lo que no hizo jamás el padre de Roux fue poner las conductas del homenajeado cura pederasta en conocimiento de las autoridades</b>. Un año largo, después de las denuncias, el jesuita abusador Darío Chavarriaga murió en la impunidad.Por esa omisión <b>Luis Fernando Llano</b> y varias de sus hermanas interpusieron una denuncia en la Fiscalía contra tres sacerdotes jesuitas Francisco de Roux, <b>Luis Javier Sarralde,</b> quien investigó los hechos y el alemán <b>Hans Zollner</b>, quien conoció también las quejas de la familia Llano. La denuncia es por la presunta comisión de los delitos de favorecimiento y omisión de denuncia de particular.Para este último delito, el de omisión de denuncia, <b>la ley establece como agravante que la víctima sea menor de edad como se trata de los hermanos Llano que padecieron los abusos del cura pederasta Darío Chavarriaga.</b>En conversación con el Reporte el padre <b>Hermann Rodríguez</b>, actual provincial de los jesuitas, aceptó que su antecesor no llevó el caso a las autoridades, pero aseguró que de Roux insto a la familia Llano a denunciar estos hechos ante la Fiscalía pero que ellos no quisieron.En las últimas horas <b>el padre Francisco de Roux</b>, a quien he invitado a hablar en este espacio, <b>citó una concurrida conferencia de prensa en la que dijo:</b>– “Mi primer sentimiento del alma es un sentimiento muy hondo ante Luis Fernando Llano y sus hermanas. Yo conocí a fondo el crimen sexual brutal del padre Darío Chavarriaga. Yo vuelvo a pedir perdón por el crimen”.–Agregó “conocí el dolor de ellos, también su confesión, su grito de indignación, su reclamo de justicia. Supe lo que estaba pasando porque lo viví”.–El padre de Roux dijo también que había “informado a Roma”, sin aclarar si Roma quiere decir el general de los jesuitas, el llamado Papa Negro, o el propio Papa Francisco.–También dijo que consultó con un abogado, sin mencionar de quien se trata, quien según de Roux le dijo que la conducta penal estaba prescrita. Es decir que había pasado demasiado tiempo para llevar al cura ante la justicia.–El sacerdote asegura respecto a las víctimas “Les conté todo, les expliqué las acciones (…) les pregunté que querían, si otro tipo de reparación o si querían llevar el caso ante la justicia (…) me dijeron que ellos no lo harían por el aprecio que tenían a la compañía de Jesús”.–De Roux agregó “No manipulé a Luis Fernando y a sus hermanas para que se callaran, pero si me preguntan en 2024 ¿qué haría diferente? Les digo con franqueza: Repetiría el proceso canónico pero una vez establecido el culpable, con las pruebas recogidas, iría a la Fiscalía para poner el caso ante la justicia”.–El padre de Roux también puso en duda la existencia de la denuncia y aseguró que interpondrá un derecho de petición para que la Fiscalía le aclare si existe o no. <b>El Reporte conoce el documento de radicación de la denuncia que fue recientemente asignada al Fiscal 2 Seccional de la Unidad de Delitos Sexuales, seccional Bogotá.</b>Habla con El Reporte Coronell la víctima, <b>el señor Luis Fernando Llano Narváez, y con su abogado el doctor Diego Vásquez.</b>Si hubiera tenido la oportunidad de estar en la rueda de prensa del padre Francisco de Roux me hubiera gustado preguntarle si, además de estos crímenes, <b>¿el pederasta confesó otros?</b> Y si fue así, <b>¿la Compañía de Jesús hizo algo para buscar a las otras víctimas?</b>Todo esto se vino a conocer no por los jesuitas sino por el trabajo de los periodistas Miguel Estupiñán y Juan Pablo Barrientos que investigaron y sacaron a la luz pública el caso.<b>Este fue el Reporte Coronell 500</b>. Si fuera en columnas semanales me habría tomado diez años llegar a este número, pero aquí, como diría el inolvidable Otto Greiffenstein, “rinde que da gusto”.