Sonrisas y abrazos: Soluciones W llevó luz y esperanza a escuela en Bolívar

Después de una travesía de casi 12 horas, Soluciones W llegó hasta la Institución Educativa Mamoncito, en su sede ‘La Esperanza’. La historia, que comenzó con la llamada del profesor Cristian Vargas, terminó con un emotivo encuentro lleno de sonrisas.

El docente, oriundo de Santander y con nueve meses trabajando en la institución, se comunicó con Soluciones W solicitando ayuda con un panel solar para su escuela. A pesar de que la sede tiene 30 años de existencia y registra temperaturas cercanas a los 40°C, no contaba con energía de ningún tipo.

Tras conocer su historia, EcoFlow Colombia, una compañía que provee soluciones de energía renovable a través de las estaciones de energía portátil, decidió ‘ponerse la camiseta’ y ser el aliado para hacer posible el sueño de llevar luz hasta este rincón de Bolívar.

En el camino, varios aliados se unieron a la causa, entre ellos, Carvajal, que celebra 120 años con el propósito de “transformar personas para impulsar el desarrollo económico y social haciendo las cosas bien”. A través de kits escolares, la organización decidió alinearse con este propósito.

Un computador, ventiladores y ropa para los niños, fueron algunos de los insumos que La W preparó para Mamoncito con el apoyo de los oyentes.

La aventura comenzó en Bogotá a las 4:30 de la madrugada, con un viaje en avión hasta Cartagena. Sobre las 6:30 de la mañana, el equipo de Soluciones W y EcoFlow tomó rumbo a Mompox, donde esperaban la estación solar, el computador y los kits escolares que recibirían los niños de la vereda La Lucha, en la zona rural del departamento de Bolívar.

Tras casi 12 horas de viaje y un avión, una camioneta, una chalupa y un moto taxi; Soluciones W finalmente pisó la Isla de Caño Mono, donde esperaban con ansiedad los 44 estudiantes de la escuela, su regalo prometido. Fue con carteles de gratitud, dibujos, cartas y anchetas de frutas típicas de la región que recibieron a los viajeros.

El profesor Cristian Vargas explicó en los micrófonos de La W sobre el contexto de sus alumnos: “Tenemos estudiantes que viven alrededor de la escuela, en el caserío, pero también tenemos niños que vienen desde otros lugares más lejanos. Cuando es época de verano, los niños vienen a caballo; se levantan a las 4:00 de la mañana para poder llegar a clases a las 7. En invierno, vienen en canoa y bicicletas”.

Varios de los padres de familia no saben leer, ni escribir y sus recursos son limitados.

Con evidente alegría y orgullo, Vargas agradeció la gestión de los presentes: “A Soluciones W muchas gracias, a EcoFlow, a Fundación Carvajal por sumarse trayendo estos kits, por atreverse a conocer este pedacito de Colombia que no aparece en el mapa, pero aparecerá en el mapa de sus recuerdos. Hoy soñamos en grande y se está cumpliendo”.

Todo, mientras los niños miraban con emoción y curiosidad el panel solar y la estación que cambiará por completo su manera de aprender.

Los abrazos y muestras de afecto de los niños fueron extensos. Para los pequeños, tener luz significa minimizar el efecto de la temperatura y la humedad, que en ocasiones es insoportable: “Ya no vamos a tener calor”. La estación de EcoFlow quedó instalada y los profesores recibieron las indicaciones necesarias para ponerla en marcha de aquí en adelante.

La comunidad, además, se hizo presente en la entrega de esta Solución W: “La escuela estaba sin luz, sin abanico, sin nada. Tú sabes el calor que hace acá. Gracias al profe Cristian, a ustedes, por este aporte tan valioso. Vamos a hacer todo para que dure, vamos a cuidarlo”, comentó una de las madres de familia de la institución.

Aliados solidarios

Durante la travesía, los miembros de EcoFlow Colombia, reconocieron del esfuerzo y dedicación de los niños para llegar a clases. Calderón, quien es Director Comercial de la marca, terminó la jornada con una gran sonrisa.

“Estos niños nos dan una lección. En unas condiciones tan difíciles, estar con esa sonrisa divina y esa actitud tan positiva. Vinimos a traer energía y la verdad es que somos nosotros quienes nos vamos recargados”, afirmó.

Camilo Prieto, ingeniero de soporte, no pudo contener las lágrimas ante el recibimiento: “Es una lección después de una travesía tan larga como la que vivimos hoy, que para ellos se convierte en algo normal, en el día a día, como ellos mismos lo dijeron. Esto es una gotita de agua que para ellos es algo demasiado valioso. No solo vinimos a traerles una recarga de energía, sino de sueños”.

La misión de EcoFlow es reinventar la forma en que el mundo accede a la energía mediante la creación de baterías renovables silenciosas, más livianas y más duraderas.

Los niños disfrutaron del kit que Carvajal preparó para cada uno y que incluía, además, cuadernos, lápices, bolígrafos surtidos, colores largos, plumones lavables.

Desde el trabajo social desplegado como grupo Carvajal y sus fundaciones, la entidad tiene como meta al 2026 que el 60% de los hogares priorizados por la organización logren superar su condición de pobreza. También se espera que para 2030, contribuyan en un 85% con la creación de prosperidad en las comunidades.

Con sus mochilas nuevas, los niños de La Esperanza regresaron a casa con la promesa de un futuro iluminado y lleno de posibilidades, recordando que, gracias a Soluciones W y sus aliados, la oscuridad ha quedado atrás.