Personería de Bogotá alerta sobre crisis de hacinamiento y riesgos en la UPI La Rioja

La Personería de Bogotá hizo la alerta sobre las críticas condiciones de hacinamiento y salubridad en la UPI La Rioja, donde más de 900 indígenas Emberá enfrentan un grave riesgo de tragedia por colapso estructural y peligro de explosiones de gas.

Cárcel. I foto: Getty Images. / Charles O'Rear

Bogotá

La Personería de Bogotá emitió una seria advertencia sobre las condiciones precarias en las que se encuentran más de 900 indígenas Emberá que habitan la Unidad de Protección Integral (UPI) La Rioja. Durante una visita reciente, el ente de control evidenció riesgos críticos para la seguridad y la salud de los residentes, señalando que el estado actual de las instalaciones podría derivar en una tragedia.

Entre los problemas más graves identificados se encuentran el hacinamiento extremo y las condiciones insalubres. El mal manejo de residuos, la filtración de aguas negras, y la proliferación de plagas como roedores e insectos representan un riesgo directo para la salud pública. Además, las conexiones eléctricas improvisadas y expuestas, junto con la presencia de entre 80 y 100 pipetas de gas, incrementan la posibilidad de una explosión en cualquier momento.

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“El riesgo de una tragedia, ya sea por el colapso de las instalaciones o una explosión de gas, es inminente. Es fundamental que las autoridades cumplan con las medidas de seguridad ordenadas para reubicar a la población de la UPI La Rioja”, advirtió Andrés Castro Franco, personero de Bogotá.

Las alertas de la Personería no son nuevas. Hace más de un año, la Secretaría Distrital de Salud expidió la resolución 1207 del 26 de mayo de 2023, que ordenaba el cierre temporal y total del lugar debido a su falta de condiciones mínimas para la habitabilidad. No obstante, la medida no se ha cumplido, y las condiciones han seguido deteriorándose.

El Instituto Distrital de Gestión de Riesgos y Cambio Climático (IDIGER) ha recomendado en reiteradas ocasiones la evacuación definitiva de la edificación, argumentando que el deterioro de la infraestructura es avanzado y pone en riesgo la vida de los ocupantes.

La situación en La Rioja se ha complicado aún más por la falta de una caracterización clara de la población que vive en el lugar y la insuficiencia de servicios básicos. No hay acceso a agua potable, y los sistemas sanitarios son inadecuados para la cantidad de personas que alberga la UPI. Estas carencias han afectado especialmente a los niños y adolescentes, quienes presentan altos índices de enfermedades respiratorias.

Pese a los múltiples informes y alertas emitidos, las autoridades competentes no han tomado medidas efectivas para corregir la situación.