La exfiscal Ana Catalina Noguera fue condenada a 3 años y 8 meses de cárcel por chuzadas
El juez le concedió la prisión domiciliaria o ‘casa por cárcel’.
El juez 13 Penal del Circuito con Función de Conocimiento de Bogotá condenó a la exfiscal Ana Catalina Noguera a 46 meses, es decir 3 años y 8 meses de prisión, por los delitos de violación de datos personales, violación ilícita de comunicaciones y fraude procesal.
Además, el juez le impuso una multa de 300 salarios mínimos legales mensuales vigentes que quedarán tasados con base en el año 2020, por ser la época en la que ocurrieron los hechos.
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La exfiscal fue en su momento la directora de Extinción de Dominio y tuvo a su cargo procesos de gran relevancia. Sin embargo, fue sentenciada porque ordenó interceptar ilegalmente a la esposa de un hombre identificado como Víctor Rojas con el que supuestamente sostuvo una relación sentimental.
Según la investigación de la Fiscalía, la exfiscal aprovechó su cargo para poder averiguar si la esposa de su expareja le era infiel y de esta manera ponerla al descubierto.
El juez dijo que el objetivo era evidenciar que la víctima de las chuzadas “sostenía una relación paralela a la de su matrimonio, y de esta manera poder entregar pruebas al señor Víctor Rojas y poder terminar su relación sentimental, ya que Ana Catalina tenía intereses emocionales”.
Destacó el juez que la exfiscal indujo al error a otra fiscal para que emitiera la resolución con la que consiguió la interceptación del teléfono de la víctima.
Igualmente, el juez le negó la solicitud de nulidad que interpuso al considerar que nunca existió una vulneración del derecho fundamental al debido proceso.
“Es oportuno reconvenir a la sentenciada en que su estatus, con esta determinación, pasa a ser de persona privada de la libertad para el cumplimiento de pena, por lo que de manera inmediata se librará boleta de encarcelamiento en su contra con destino al centro carcelario que disponga el Inpec para tal fin”, dijo el juez.
Noguera fue beneficiada con la prisión domiciliaria o ‘casa por cárcel’.