Internacional

Israel declaró cinco poblaciones fronterizas en el Líbano “zonas militares cerradas”

Las comunidades afectadas son Rosh Hanikra, Shlomi, Hanita, Adamit y Arab al Aramshe.

Undisclosed (Israel), 27/09/2024.- Israeli soldiers with their tanks gather at an undisclosed location in northern Israel, 27 September 2024. Israel's military stated on 27 September, that the Israel Air Force (IAF) launched dozens of strikes targeting Hezbollah cells and infrastructure in several areas in southern Lebanon. (Líbano, Hizbulá/Hezbolá) EFE/EPA/ATEF SAFADI / ATEF SAFADI

El Ejército de Israel declaró este lunes 7 de octubre otras cinco poblaciones de la región norteña israelí de Galilea “zonas militares cerradas”, como ya había hecho en tres ocasiones previas desde el inicio de la invasión terrestre del Líbano la madrugada del martes 1 de octubre.

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La nueva zona militar incluye Rosh HaNikra, Shlomi, Hanita, Admit y Aramsha, cerca de la costa mediterránea, según un comunicado emitido por el Ejército en su canal en Telegram, que especifica que la entrada a ellas queda ahora estrictamente prohibida.

El Ejército israelí impuso este domingo la misma medida de cierre en los kibuts de Manara, Yiftah y Malkiah, situados en la región norteña de la Alta Galilea, más al este.

El pasado 1 de octubre, el Ejército israelí denominó también “zona militar cerrada” las comunidades agrícolas fronterizas israelíes de Dovev, Tivbon y Malkia, todas en torno a un kilómetro de distancia de la divisoria con el Líbano y que llevan casi un año evacuadas debido al fuego cruzado.

Ese cierre llegó precedido por la prohibición de entrada en las comunidades fronterizas de Metula, Misgav Am y Kfar Giladi la tarde del 30 de septiembre, horas antes de la invasión terrestre.

Se trata también de comunidades evacuadas desde hace casi un año, tras el inicio del fuego cruzado con Hizbulá a raíz de la guerra en Gaza. Colegios, granjas y casas en ellas están abandonadas, tras el desplazamiento de unos 60.000 israelíes de la frontera norte a hoteles u otras residencias en la zona.

En estas comunidades solo quedan los grupos de “autodefensa” comunitarios, brazos del Ejército, formados por reservistas de la zona que se encargarían de proteger sus propias aldeas en caso de ataque.