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Brasil bloqueará este mes al menos 2.000 plataformas de apuestas irregulares

El Gobierno, que ya consiguió aprobar en el Congreso un proyecto para tributar el negocio de las llamadas ‘bets’, estudia ahora fórmulas para evitar que el dinero de los programas sociales, como el Bolsa Familia, se destine a ese tipo de actividad.

(Getty Images) / Erik Isakson

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó este domingo que al menos 2.000 casas de apuestas serán bloqueadas en octubre por no cumplir con la normativa para operar en el país y prometió medidas adicionales para evitar que se transformen “en una enfermedad”.

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“No puedo permitir que las apuestas se transformen en una enfermedad, en un vicio, y que las personas sean dependientes. Conozco a gente que ha perdido la casa, el carro, que perdió todo su salario...”, expuso Lula, tras votar en las elecciones municipales de este domingo, en el municipio de São Bernardo do Campo.

El dirigente progresista dijo no aceptar el hecho de que beneficiarios de subsidios sociales estén usando ese dinero para apostar por internet.

Datos del Banco Central mostraron que beneficiarios del Bolsa Familia, el programa estrella del Gobierno para la distribuición de renta, realizaron transferencias de 3.000 millones de reales (unos 550 millones de dólares / 500 millones de euros) a empresas de apuestas en agosto pasado

“Estamos elaborando una regulación (para esa cuestión) y en este mes de octubre estoy seguro de que van a salir del aire al menos 2.000 páginas web”, que tendrán que bloquear la agencia de telecomunicaciones y, en último extremo, las operadoras, anticipó.

El Gobierno, que ya consiguió aprobar en el Congreso un proyecto para tributar el negocio de las llamadas ‘bets’, estudia ahora fórmulas para evitar que el dinero de los programas sociales, como el Bolsa Familia, se destine a ese tipo de actividad.

“Pero si la regulamentación no funciona, no tengan ninguna de que acabaré definitivamente con eso”, alertó.

No obstante, el jefe de Estado brasileño matizó que en ningún caso prohibirá las apuestas, pero aclaró que no puede permitir que “se transformen en una enfermedad”.