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Armera del rodaje ‘Rust’ desestimó petición de un nuevo juicio o de salir de prisión

Sus abogados habían pedido este mes que se la juzgara de nuevo o que se desestimara el anterior proceso y se le permitiera abandonar la cárcel alegando que se habían escondido pruebas.

Hannah Gutierrez-Reed. I Foto: Eddie Moore / Journal / POOL / AFP). / EDDIE MOORE / JOURNAL

La jueza Mary Marlowe Sommer desestimó este lunes 30 de septiembre la petición de la armera de la película ‘Rust’, Hannah Gutiérrez-Reed, de celebrar un nuevo juicio por la muerte en 2021 de la directora de fotografía del filme, Halyna Hutchins, o de que se desestime el caso y se le permita salir de prisión.

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Sus abogados habían pedido este mes que se la juzgara de nuevo o que se desestimara el anterior proceso y se le permitiera abandonar la cárcel alegando que se habían escondido pruebas.

Pero en una resolución difundida por la revista especializada Deadline, la magistrada estableció que la acusada no ha conseguido establecer que “exista una probabilidad razonable de que si las pruebas hubieran estado disponibles para el demandado habría habido un veredicto diferente”.

Gutiérrez-Reed fue condenada el 15 de abril a 18 meses de prisión por un tribunal de Nuevo México (Estados Unidos) tras haber sido hallada culpable de homicidio involuntario por la muerte Hutchins el 21 de octubre de 2021.

La armera fue la responsable de cargar la pistola que el actor Alec Baldwin utilizó en el rodaje y de la que salió una bala real -en lugar de una de utilería- que mató a Hutchins.

En marzo pasado, el jurado coincidió mayoritariamente en que Gutiérrez-Reed actuó de forma negligente al no comprobar debidamente que la munición del revólver de calibre 45 usado en el rodaje de este wéstern no era real, por lo que la muerte de la directora de fotografía fue una “consecuencia previsible” de su forma de proceder.

El pasado 12 de julio la magistrada desestimó el caso contra Baldwin por homicidio involuntario después de que la defensa del actor alegara que durante el proceso se habían ocultado pruebas decisivas para su causa.

Marlowe Sommer aseguró entonces que el estado había fallado en su labor de “revelar pruebas críticas para el acusado” y que dicha violación había generado un retraso “innecesario” e “incurable” para el juicio, por lo que la única forma de reparar el error era la desestimación.