Hace casi dos semanas, el ganadero <b>Esteban Urueta</b> <b>fue asesinado en una finca en Córdoba</b>. Junto a él, dos de sus mayordomos también fueron masacrados, como denunció en primer lugar Fedegan y luego narró la Fiscalía.Para el <b>coronel Elver Alfonso</b>, <b>director del Grupo Antisecuestro y Antiextorsión de la Policía Nacional</b>, “es un hecho profundamente lamentable”. Por ello, el Gaula dedicó “más de 1.800 horas de trabajo” para capturar a dos responsables.Alfonso narró que antes del crimen <b>“hubo un hurto continuo de más de setecientas cabezas de ganado” por parte de uno de los trabajadores de Urueta</b>. Cuando el ganadero se percató, acudió a su finca, donde fue ultimado.El 22 de septiembre efectivos del Gaula arrestaron a Cristian Petro Almanza y Juan Fernando Soto en un inmueble del barrio Nuevo Bosque, en Cartagena. <b>El coronel Alfonso les atribuyó el resultado a las capacidades técnicas de su división.</b>Tras la masacre, el alto oficial se reunió con la familia de Urueta y con el gremio de la ganadería, al que le pidió “que nos den la oportunidad de asesorarlos” frente a delitos como el secuestro o la extorsión.<b>“El peor error es acceder a la pretensión de un actor criminal”</b>, manifestó el director, quien calificó como “matricularse con el actor criminal” a la posibilidad de que una víctima de extorsión pague a sus víctimas en vez de denunciar.Según cifras destacadas por Alfonso, actualmente existe un incremento del delito extorsivo de un 16%, lo que se representa en más de 1.150 caso. <b>“Yo lo veo con buenos ojos”, apuntó el coronel, pues significa “un aumento de la denuncia”.</b>