Los problemas que tienen en jaque al megaproyecto vial Antioquia – Bolívar

La vía Antioquia – Bolívar tiene una longitud de 500 kilómetros y está a cargo de la concesión Ruta al Mar, la misma que ha expuesto que tiene un cumplimiento del proyecto superior al 95%, efectuando cabalmente sus obligaciones.

Pese a esos números y la buena gestión, la concesión ha informado que tiene problemas que son ajenos a su operación, principalmente de carácter social, los cuales la están poniendo en aprietos financieros.

En entrevista con La W, el gerente general de Ruta al Mar, Manuel Raigozo, dio una breve explicación por lo que está teniendo que pasar la concesión en esa vía, manifestando “está es una carretera de 500 kilómetros que ya está construida por parte del concesionario en más de 95%, sin embargo, se han presentado a lo largo de la ejecución del contrato, una serie de situaciones que han obstaculizado la terminación total del contrato”.

Así las cosas, en primer lugar, aparecen los problemas que se están registrando por el rechazo de la comunidad a una estación de peaje de la vía, lo que se suma a la aún no nivelación total en el incremento de las tarifas de los peajes en todo el territorio nacional.

En segundo lugar, la concesión agregó que trabas de carácter social y ambiental también están jugando un papel en contra de la terminación del contrato, Raigozo agregó “a eso se suma, pues una serie de condiciones sociales y ambientales que han impedido la terminación de las obras y que no han permitido que el concesionario pase a etapa de operación y mantenimiento lo que genera una serie de riesgos materializados a cargo del Estado que hoy en día no se sabe cómo los va a asumir la Agencia Nacional de Infraestructura y el Ministerio de Transporte”.

Ante ese último punto, la concesión Ruta al Mar, considera que lo que entonces se ha empezado a generar dentro del proyecto “es un ambiente de incertidumbre frente al desarrollo de la finalización del contrato”, ya que no se encuentran respuestas claras sobre soluciones a corto plazo.

La situación se agrava al entender que por la no operación del peaje La Caimanera, la Agencia Nacional de Infraestructura dispuso de dinero para compensar a la concesión por los recursos económicos que no ha recibido, sin embargo, dicho dinero empieza a acabarse, dejando sin piso financiero a los empresarios que construyeron la vía.

Raigozo añadió “esa cuenta que tenía la ANI para compensar esos riesgos materializados, se agotó y hay una serie de mecanismos establecidos en el contrato para mitigar esos riesgos hacia futuro, pero a la fecha de hoy la entidad todavía no ha definido cómo va a activar esos mecanismos para poder compensar al concesionario porque nosotros sí continuamos operando los 495 kilómetros que están terminados, los estamos operando y manteniendo”.

Frente a esta vía, la ANI aseguró que ha dispuesto de diferentes mesas técnicas para lograr una concertación con la comunidad sobre la reubicación del peaje La Caimanera, sin embargo, estos diálogos hasta el momento no han tenido resultados positivos. De igual forma, la entidad no desconoció la situación de la concesión Ruta al Mar, asegurando que trabaja en encontrar soluciones teniendo en cuenta que es una vía que prácticamente ya está terminada.