Rescatan a tres perros maltratados en el noroccidente de Bogotá

Bogotá

En un impactante caso que ha conmocionado a la comunidad de Suba, tres perros fueron rescatados de un entorno de abuso que, según denuncias vecinales, se prolongó por más de diez años. Este incidente resalta la importancia de la intervención comunitaria y la necesidad de adoptar medidas más rigurosas en los procesos de adopción de mascotas.

Los vecinos de un conjunto residencial comenzaron a escuchar los lamentos de los animales y detectaron un fuerte olor proveniente del apartamento donde se encontraban. Después de múltiples denuncias sin respuesta, la comunidad decidió actuar. “La situación era insostenible. Se escuchaba el llanto de los perros, y el olor era abrumador”, relató Viviana Gómez, directora de la Fundación Kenobi, encargada del rescate.

El rescate se llevó a cabo el pasado viernes, cuando miembros de la comunidad lograron ingresar al apartamento y sacar a los tres perros. “El lugar estaba en condiciones deplorables; encontramos a los animales extremadamente sucios y asustados”, agregó Gómez. Los perros, ahora bajo el cuidado de la fundación, están siendo tratados por sus lesiones físicas y emocionales.

A pesar de la angustiante situación, la fundación y la comunidad han unido esfuerzos para ofrecer una nueva vida a los perros rescatados. “Estamos trabajando en su recuperación. Con amor y paciencia, podemos ayudarles a sanar”, afirmó Gómez, quien también hizo un llamado a la responsabilidad en el proceso de adopción. “Es fundamental que las fundaciones implementen controles más estrictos para evitar que individuos malintencionados obtengan animales bajo falsos pretextos.”

El presunto responsable del abuso, identificado como Uriel Eduardo Campos, fue detenido temporalmente por la policía. Sin embargo, tras un breve resguardo, fue liberado a tan solo dos cuadras del lugar del incidente, lo que ha generado preocupación entre los residentes.

En otro tema relacionado, la Fundación Kenobi también alertó sobre una grave situación en Anapoima, donde su refugio enfrenta una crisis de agua debido a la sequía que afecta la región. “Estamos luchando por mantener a nuestros 100 perros hidratados y sanos. La situación es crítica, y hemos tenido que comprar agua en bolsas para sobrevivir”, informó Gómez. La fundación hace un llamado a la comunidad para que colabore con donaciones de agua y alimento.