Estos fueron los congresistas que pidieron $120.000 millones para nuevo edificio
Siete representantes a la Cámara presentaron la proposición para incluir el proyecto en el Presupuesto General de la Nación.
El presidente Gustavo Petro, instala las sesiones ordinarias del Congreso este sábado, en Bogotá (Colombia). EFE/Carlos Ortega / Carlos Ortega
Un grupo de representantes a la Cámara presentó una proposición este 18 de septiembre para que se asignen recursos del Presupuesto General de la Nación de 2025 para la construcción de una nueva sede del Congreso, con un costo estimado de $120.000 millones.
El documento presentado propone también la creación de un fondo especial autónomo para gestionar el financiamiento, diseño, construcción y mantenimiento de las nuevas instalaciones, el cual estaría compuesto por recursos del Presupuesto, pero con la posibilidad de recibir aportes de otras entidades públicas, donaciones y cooperación internacional.
Por el momento, la proposición pide dos cosas: la mejora en la seguridad y protección de los funcionarios públicos, para lo cual solicitan $15.000 millones, y la ampliación y fortalecimiento de los espacios físicos, para lo cual se requieren $120.000 millones, lo que suma un total de $135.000 millones.
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Los congresistas detrás de la proposición presentada ante el Ministerio de Hacienda para incluirla en el proyecto de presupuesto fueron José Eliécer Salazar (La U) y Kelyn Johana González (Liberal), presidentes de las comisiones Cuarta y Tercera de la Cámara.
Y también incluye las firmas de los representantes Wadith Manzur (Conservador), Jezmi Barraza (Liberal), Juan Loreto Gómez (Conservador), Hernando Guida Ponce y Milene Jarava (La U).
Según Salazar, la propuesta llegó como una sugerencia de las direcciones administrativas de la Cámara y el Senado, pero no habría sido avalada por el Gobierno Nacional. En todo caso, el tema se volvería a poner sobre la mesa este 19 de septiembre.
Por su parte, el presidente de la Cámara, Jaime Raúl Salamanca, defendió la propuesta y aseguró que los funcionarios de planta enfrentan “hacinamiento, trabajando en los pasillos o en sus casas”, lo que calificó como “inhumano”.
