‘Raúl’, el cabecilla del ELN que desde Venezuela planea ataques con explosivos en Colombia
Las autoridades lo señalan como jefe principal del Frente de Guerra Oriental y como perpetrador del ataque en contra de la base militar de Puerto Jordán, Arauca.
Foto: Suministrada
Arturo Archila Rincón es el actual cabecilla principal del Frente de Guerra Oriental del ELN. A la vez, es su cabecilla político, quien planea, orienta y ejecuta acciones calificadas como terroristas en Arauca, Boyacá y Casanare. Así lo señala un perfil delictivo elaborado por el Ejército Nacional.
La W conoció el documento con el que el órgano castrense resalta las principales características del cabecilla de 59 años, quien nació el primero de diciembre de 1964 en algún lugar desconocido por las autoridades. Actualmente delinque desde el Estado de Apure, en Venezuela.
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‘Raúl’ o ‘Nacho’ ha sido cabecilla de escuadra, reemplazante de compañía y cabecilla del frente Domingo Laín Sáenz, al que las Fuerzas Militares le atribuyen responsabilidad por el ataque con explosivos improvisados que impactó la base militar de Puerto Jordán, Arauca, y a veintisiete soldados.
En su expediente reposan al menos cinco causas penales en fiscalías especializadas por los delitos de rebelión —por el que tiene una orden de captura—, terrorismo y fuga de presos. Su historial le ha valido una circular azul emitida por la Interpol para dar con su paradero y que sea procesado.
Al menos ocho acciones definidas como terroristas son atribuibles al hombre, que actualmente es un objetivo de alto valor para el Gobierno y la Fuerza Pública. Dos de ellas fueron cometidas en 2003, cuando ‘Raúl’ ordenó ataques contra el Ejército y la Policía en Fortul, Arauca.
La última de las acometidas ilegales de las que se tenían registros antes de los explosivos de Puerto Jordán fue un secuestro, presuntamente ordenado por Archila, en contra de la suboficial Nubia Alejandra López Correa, del Ejército Nacional, en el municipio araucano de Saravena.
Para el Ejército, dar con Archila podría impactar en la pérdida de influencia del ELN en las organizaciones sociales y la población civil. Además, podría impactar las finanzas del grupo armado, dado que ‘Nacho’ “controla las actividades ilícitas”, como el narcotráfico y las extorsiones.
Una eventual captura o neutralización del individuo debilitaron “la organización, el direccionamiento en el mando y control de las estructuras del Frente de Guerra Oriental, afectando la moral del personal de combatientes”, lo que motivaría “fugas al interior de la estructura”.