La magistrada de la JEP Sandra Castro fue denunciada por presunto maltrato y acoso laboral
Las tres denunciantes acudieron a la Comisión Nacional de Disciplina Judicial y el Comité interno de la JEP. Aseguran que han sido objeto de maltratos, descalificaciones y hasta desconocimiento de su dignidad.
W Radio conoció las denuncias que tres funcionarias de la JEP interpusieron ante la Comisión de Disciplina Judicial (CNDJ) y el Comité de Convivencia Laboral en contra de la magistrada de ese tribunal, Sandra Jeannette Castro Ospina, señalándola de cometer maltrato y acoso laboral en su contra.
Se trata de tres funcionarias mujeres, frente a las cuales por respeto a su intimidad se protegerán sus nombres, pero que hicieron graves señalamientos de persecución y maltrato por parte de la juez transicional que integra la Sala de Definición de Situaciones Jurídicas.
Uno de los testimonios de las presuntas víctimas que denunció a la magistrada Sandra Castro señala que entró a trabajar con ella en enero de 2023 y esta cometió tratos “ultrajantes” contra la juez, algunos de ellos descalificando su condición profesional y otros de suma gravedad y que comprometen, incluso, la condición como mujer de la víctima.
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Pues la denunciante, asevera que, tras una situación de estrés por cuenta de una decisión judicial que estaban proyectando, esto empeoró una situación con su periodo menstrual que le generó una situación humillante, que se hace peor, asegura, porque la magistrada no le creyó y ocurrió en su propia oficina. Momentos antes había tenido un episodio de sendos vómitos en el baño.
“...le manifesté a la magistrada “estoy en el baño”, ella me dijo “debes venir ya o habrán consecuencias”, (...) me dijo que debía ir a su oficina, entonces empezó por decirme que debía agradecer tener una oportunidad como está de trabajo y dijo otras cosas como, que: “este es el despacho de la Sala con las decisiones de la mejor calidad”, “eres privilegiada a tu edad de tener un cargo como este”, “tu problema es ser la persona consentida del anterior magistrado”, “las mujeres no debemos esperar siempre un superhéroe y Camilo no es tu superhéroe”, “ser linda no es lo más importante también toca producir y ser profesionales buenas y reconocidas” entre otras cosas, para ese momento y de la forma más avergonzada debo contar que empecé a sentir como bajaba sangre de mis piernas y me manchaba, tenía una falda y al no estar preparada estaba todo un caos, cuando la magistrada hizo una pausa en su discurso, le dije “debo ir al baño me llego el periodo”, esto la enfureció y me dijo “no te creo, siempre es la misma excusa de las mujeres débiles”, se lee.
Y según la denuncia, las palabras de la magistrada en ese momento continuaron: “deberías saber que Luisa sufre con periodos menstruales más severos que tú y jamás se queja de eso conmigo, eres inmadura. para ese momento no soporte más y salí de la oficina llorando camino al baño”.
Después de dicho episodio, la denunciante asegura que tuvo que ir a urgencias, donde un psiquiatra le diagnosticó “trastorno mixto de ansiedad y depresión” y la remitieron al psicólogo y al psiquiatra para recibir tratamiento. Es más, la denunciante asegura, que la magistrada no le permitió tomar su incapacidad e incluso luego de su renuncia tuvo problemas para que le firmara su “paz y salvo laboral”.
Otra de las denuncias que pesan en contra de la magistrada Sandra Jeannette Castro, en esta ocasión ante el Comité de Convivencia interno de la JEP, fue radicada el pasado 9 de septiembre de este año. Fue presentada por una magistrada auxiliar, indígena, la cual afirma, ha sido también perseguida y descalificada por la juez transicional.
Según el contenido del documento de 30 páginas, conocido por La W, la denunciante afirmó que fue tratada de forma despectiva por la juez, quien incluso, le ha faltado al respeto mandándola a “estudiar”, diciéndole, además, que, por cuenta de una incapacidad que iba a tener por una cirugía, le sugería que por su “carencia” de conocimientos y capacidades, aprovechara la incapacidad para ponerse a “estudiar” y hasta, dice, le intimidó.
“...señaló que, por ser mamá soltera de tres niños seguramente necesitaba continuar con el trabajo, de su parte consideraba que mi calificación sería negativa, porque me había dedicado a trabajar el caso a caso sin ninguna estrategia”, dice el documento.
Asimismo, reclamó ante el Comité de Convivencia, que, al contrario de contactarla para darle sus observaciones para los temas a corregir, la magistrada ni siquiera la atiende en su oficina sin “cita previa” y, además, la ha expuesto y ridiculizado con sus otros compañeros.
“Este es de los peores proyectos que he tenido para revisión en mi vida”, citó la denunciante a la magistrada Castro Ospina, en referencia a uno de los correos en su contra.
Adicionalmente, refirió que los supuestos maltratos y descalificaciones de parte de la magistrada le generaron una situación de “acorralamiento” e intención de “suicidio”, así como también, la señaló de ser racista.
“Puede notarse, que en situaciones similares otros magistrados auxiliares o profesionales que no tienen pertenencia étnica no han recibido el mismo trato frente a la misma necesidad de orientación por parte de la magistrada Castro Ospina”, concluyó.
Por último, la tercera denunciante contra la magistrada Castro Ospina es una funcionaria que ya en el pasado la había denunciado internamente, en 2020, y quien se desempeñaba como secretaria judicial de la Sala de Definición (amplió la denuncia ante la Comisión de Disciplina Judicial el pasado 11 de septiembre). Allí, se reiteran las acusaciones de malos tratos y descalificaciones por parte de la magistrada.
Particularmente, refirió diferencias en su cargo como secretaria judicial de la Sala de Definición frente al trato que recibían de parte de la magistrada, la cual incluso, expone, sugirió abrirles una investigación por una equivocación al subir un documento en un expediente.
“La secretaria en lugar de asumir la defensa de esa funcionaria, debía ponerse en su lugar y asumir responsabilidades. Por último, las comunicaciones irrespetuosas de la señora Lidia Mercedes para dirigirse o referirse a mí y otros magistrados es irrespetuosa y abusiva, por lo que exijo que se ubique en su lugar y cumpla con sus funciones”, dice el documento inicial presentado en 2020.
Adicionalmente, lamentó que, según ella, cuatro años después de los hechos no ha habido una investigación profunda y, al contrario, asegura, fue objeto de retaliaciones por parte de la juez Sandra Castro.
“Quiero expresar mi desilusión e impotencia frente a lo retardado de este proceso disciplinario, pues ha transcurrido más cuatro años desde que la queja fue traslada a instancias de la Comisión de Disciplina Judicial, y apenas a finales del año pasado se aperturó la investigación en contra de la magistrada Sandra Janneth Castro Ospina y un año después se me cita a ampliar la denuncia, desconociendo los efectos adversos que ello ha generado en mí como víctima”, señala el documento.
W Radio contactó a la magistrada Sandra Jeannette Castro, actual presidenta de la Sala de Definición, quien se abstuvo de pronunciarse sobre las denuncias. Por otra parte, al buscar respuesta en la presidencia de la jurisdicción, en cabeza del magistrado Roberto Vidal, aún no se ha obtenido una respuesta formal a este informe.
Adicional a todo lo anterior, W Radio conoció que una de las denunciantes contra la magistrada Sandra Castro interpuso en las últimas horas una tutela por cuenta del “paz y salvo laboral” que no le ha entregado la juez transicional. La exfuncionaria afirma que esta situación le está afectando en la actualidad porque le ofrecieron trabajo en otro despacho en la JEP, y ante la falta de ese documento no ha podido firmar contrato.