El enfrentamiento entre dos bandas criminales mantiene azotada a Quibdó

Entre el 2 y el 3 de septiembre, tres tiroteos en Quibdó, la capital del departamento de Chocó, dejaron un saldo de cuatro personas fallecidas y otras nueve heridas. Los ataques fueron una muestra más del recrudecimiento de la violencia por los enfrentamientos entre dos bandas criminales: los Palmeños y los Mexicanos.

Se trata de dos facciones que aspiran a controlar el territorio y las rentas ilegales, como las derivadas de la extorsión o el tráfico de estupefacientes. W Radio conoció, a partir de fuentes de las Fuerzas Militares, el prontuario criminal de los jefes de ambos grupos armados, que incluye señalamientos por homicidios, reclutamientos forzados y más delitos.

Néstor Gregorio Vera Fernández es el primero de ellos. No es ‘Iván Mordisco’, el jefe de la disidencia de las Farc autodenominada Estado Mayor Central, sino alias ‘Paco’ o ‘Keita’. Las autoridades militares, policiales y judiciales lo califican como el máximo cabecilla de los Mexicanos, una banda con presencia en cuatro comunas y veinte barrios.

En los territorios que se disputa maneja el negocio de extorsión a comerciantes, transportadores, restaurantes, estaciones de gasolina, entre otros establecimientos. Además, la banda controla tres puertos fluviales en los que extorsionan a los conductores de lanchas, y mueve droga para el microtráfico a través de los ríos Atrato y Quito.

Según cuentas de las Fuerzas Militares, el grupo tendría entre setenta y ochenta integrantes. Al menos el 30% de ellos serían menores de edad. ‘Los Mexicanos’ tienen vínculos con el Clan del Golfo —las autodenominadas Autodefensas Gaitanistas, que dialogan con el Gobierno— y son señalados por extorsión, secuestro y desplazamiento forzado.

‘Los Mexicanos’ mantienen disputas con los Palmeños, una banda liderada por Leovigildo Mosquera Palacios, alias ‘El Loco’. El presunto cabecilla fue capturado y judicializado en 2023, y desde entonces tiene encima una medida de aseguramiento. El grupo tiene actualmente unos cien integrantes, con cerca de veinticinco desmovilizados.

Al menos un 25% de los miembros, de acuerdo con cifras castrenses, fue parte de las extintas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) o de las antiguas Farc. La presencia de los Palmeños se extiende hacia quince barrios, y los rastros de sus vínculos llegan hasta el ELN —también en diálogos con el Ejecutivo—, especialmente en el tráfico de armas y droga.

El crecimiento de actos violentos llevó a incrementar las medidas de seguridad en Quibdó. La gobernadora Nubia Córdoba anunció que 280 miembros de la fuerza pública llegarán al municipio para reforzar la seguridad, mientras que las Fuerzas Militares confirmaron que Fuerzas Especiales del Gaula y de la Armada ya están en el lugar.