Crisis energética Bogotá: Juan Ricardo Ortega alerta sobre escasez de gas y consecuencias

En una reciente entrevista con La W, Juan Ricardo Ortega, presidente del Grupo Energía Bogotá, abordó una serie de preocupaciones relacionadas con la escasez de gas en Colombia y sus posibles efectos en la capital y el país.

Durante la conversación, Ortega destacó la urgencia de implementar soluciones que permitan evitar una crisis energética que impactaría tanto a los sectores industriales como a los hogares colombianos.

Ortega señaló que Colombia ha perdido su autosuficiencia en gas, lo que ha generado un panorama incierto para los consumidores: “tenemos escasez, todo el país lo sabe”, afirmó. A pesar de la demanda creciente, no se han presentado suficientes ofertas de gas para suplir la necesidad interna, lo que ha creado un desequilibrio preocupante en el suministro. Además, algunos actores en el mercado han vendido gas que no tienen, exacerbando la crisis.

El presidente de la empresa indicó que uno de los riesgos más graves es que los industriales, al prever una falta de gas o un aumento drástico en los precios, opten por volver al carbón como fuente de energía. Este cambio no solo elevaría los costos operativos de las empresas, sino que también tendría un fuerte impacto en el medioambiente, aumentando la contaminación en el país.

Ortega también expresó su preocupación por la falta de claridad en las reglas para la importación de gas. Aunque el Gobierno ha discutido la necesidad de importar este recurso, no existe aún un marco regulatorio claro. “Nada está organizado aún”, comentó Ortega, subrayando que se necesita un proceso de agregación de demanda y una definición clara de cómo se manejará la regasificación y el acceso al gas importado.

Este vacío regulatorio podría abrir la puerta a la especulación, ya que, según Ortega, algunos podrían aprovechar la escasez de gas para inflar los precios, lo que afectaría directamente a los consumidores.

Una de las principales preocupaciones del Grupo Energía Bogotá es el posible impacto que la escasez de gas y el aumento de precios tendrían en los consumidores industriales. Ortega explicó que si estos grandes usuarios de gas migran al carbón, toda la infraestructura de gas, que es costosa de mantener, podría volverse insostenible, lo que eventualmente aumentaría los precios para los consumidores residenciales.

El directivo recordó que en ciudades como Bogotá, el gas ha sido clave para el desarrollo del transporte público y privado, ayudando a reducir costos y contaminación. Si el suministro de gas se vuelve incierto o más caro, este avance podría frenarse, afectando a taxistas, pequeños empresarios y otros usuarios de vehículos que dependen de este combustible.

Ortega hizo un llamado a las autoridades para que tomen medidas inmediatas y eviten que la situación empeore. “El país se enfrenta en el año 2026 a una escasez que puede llevar a la industria a moverse al carbón”, advirtió, reiterando la necesidad de que la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG) cuente con todo el personal y los recursos necesarios para enfrentar este desafío.

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