El proyecto de acto legislativo para revivir el transfuguismo en Colombia volverá al ruedo en el Congreso e incluye dos nuevos artículos que proponen ajustes al sistema de partidos.

La iniciativa tiene la mira puesta en las elecciones de 2026 y despierta el interés de parlamentarios de varias bancadas, desde la oposición hasta de Gobierno.

Y es que, como está la ley, quienes quieran moverse de colectividad y reelegirse en las legislativas de 2026 tendrían plazo hasta el próximo 7 de noviembre para renunciar al Congreso, de no ser así, podrían incurrir en doble militancia y sanciones.

La W conoció el borrador del proyecto, que es promovido por los representantes David Racero, del Pacto Histórico, y Marelen Castillo, de LIGA, con el concepto del senador liberal Alejandro Carlos Chacón. Se trata de una iniciativa que tiene como objetivo modificar los artículos 107, 108 y 262 de la Constitución y pretende ser una limitada reforma política.

Son tres puntos los que se buscan revisar: institucionalizar el transfuguismo en Colombia, modificar el umbral electoral para obtener la personería jurídica y ponerles reglas a los movimientos que se inscriben por firmas y las coaliciones. De aprobarse, aplicaría en 2026.

El transfuguismo

El primer artículo del proyecto permitiría a los congresistas y otros miembros de corporaciones públicas (asambleas y concejos) cambiar de partido por una sola vez, desde la aprobación de la iniciativa en adelante.

Es decir, beneficiaría tanto a los congresistas actuales como a los electos en los próximos comicios. Y establece que, podrán hacerlo sin tener que renunciar a su curul, hasta un mes antes de la inscripción. Es decir, ya no tendrían plazo hasta el próximo 8 de noviembre de 2024, sino hasta el 8 de octubre de 2025.

Esa propuesta le solucionaría el problema de algunos parlamentarios, que ven mayores posibilidades en otros partidos para repetir su curul, y también al Pacto Histórico, que hasta el momento no ha logrado un acuerdo formal para integrarse.

Por lo tanto, una de las vías para fortalecer el petrismo sería que los congresistas que son parte de pequeños partidos transiten a la Colombia Humana. En todo caso, entre sus autores mencionan que la idea es que la iniciativa no tenga un rostro político en particular.

Las personerías jurídicas

Como segundo punto, se busca incrementar los requisitos para que un partido político sea reconocido oficialmente. Actualmente, la ley exige al menos el 3% de los votos válidos en las elecciones al Congreso para obtener la personería jurídica. Pero con la nueva propuesta, el umbral sería más estricto: un 3% de los votos para la Cámara de Representantes y un 5% para el Senado, lo que le daría mayor importancia constitucional.

Regulación de las coaliciones

En lo que tiene que ver con las coaliciones, el tercer artículo busca regularlas. Y según la propuesta, solo los partidos políticos con personería jurídica podrán conformar coaliciones, cerrándole la puerta a los grupos por firmas, que solo podrán inscribir candidatos directamente, sin la posibilidad de coaligarse.

Además, los grupos significativos de ciudadanos deberán registrarse ante la Registraduría al menos un año antes de la elección, eliminando un vacío legal que existe en la Ley 1475 de 2011, que no especifica cuándo deben iniciar la recolección de firmas.

“Hacer campaña seis meses antes, durante la recolección de firmas, no debería estar permitido. Si un candidato se inscribió como movimiento significativo, debe terminar así. Y que no venga a buscar partido a través de la coalición, se queda como outsider”, dijo una fuente.

Otro punto que incluye la propuesta es que, si una coalición gana una elección, se convertirá automáticamente en un partido, eliminando todas las fuerzas políticas que la conforman.

El acto legislativo mencionado es una nueva versión de un proyecto ya presentado el semestre pasado, también por Racero, que buscaba exclusivamente revivir el transfuguismo, pero que se hundió por falta de tiempo. Esta vez, los autores buscan tener un mayor consenso y legitimidad alrededor de la propuesta.

De hecho, dista de una iniciativa radicada el pasado martes 3 de septiembre por el representante Alirio Uribe y que no firmó Racero, pese a ser de la misma bancada. Porque ese propone cambios más profundos y que serían políticamente inviables, como el voto obligatorio, listas cerradas, financiación exclusivamente estatal y otros puntos.