José Fernando Bautista, el fallecido embajador en Lisboa hace poco menos de un mes por un problema cardiaco, identificó la fábrica de pasaportes que podía ayudar a solucionar la crisis de producción de los documentos. Eso sí, en un plazo razonable y no con una patada a la mesa, como lo planteaba el excanciller Álvaro Leyva.

El embajador Bautista entendió que la Imprenta Nacional – Casa de la Moneda de Portugal era quizás la única empresa pública que producía directamente pasaportes electrónicos y que podía, trabajando por años, transferir la tecnología a la Imprenta Nacional de Colombia.

Todo eso es verdad, pero hay otras quizás más grandes detrás de la solución.

La Imprenta Nacional – Casa de la Moneda de Portugal tiene un aliado en Colombia que es el Grupo Cadena, archirrival de Thomas Greg and Sons.

El Grupo Cadena, presidido por el empresario paisa Juan Manuel del Corral, ha tenido alianzas con los portugueses desde 2018. En 2020 lograron el contrato para la elaboración de las cédulas militares y en 2021, en medio de la pandemia del COVID-19, se postularon para la elaboración del certificado digital de vacunación.

A esto hay que sumarle algo que ha sonado desde el comienzo de esta historia: Jorge Leyva Valenzuela, el hijo del entonces canciller Álvaro Leyva y quien solía aparecer en los países visitados por el presidente Gustavo Petro y por su padre, tuvo una gran cercanía con el embajador José Fernando Bautista.

Un artículo del periodista Jorge Lesmes en la revista Alternativa, publicado en diciembre de 2023, señala: “Portugal ha sido otro de los destinos que Jorge Leyva, el hijo del canciller, decidió visitar con cierta frecuencia, especialmente después de que se conoció el interés de una de las empresas especializadas en la elaboración de pasaportes”.

Además, Jorge Leyva ha manejado una empresa de su familia que tiene por objeto ayudar a obtener la nacionalidad de Portugal como descendientes de los sefardíes expulsados de ese país en el siglo XV.

La empresa es británica, se llama Portulive y según su página web tiene oficinas en Londres, Lisboa y Madrid. La verdad es que las tres direcciones corresponden a oficinas de coworking, en donde se pagan pequeñas sumas por usar un espacio compartido.

En su momento, el canciller Álvaro Leyva dijo que desconocía por completo la existencia y el funcionamiento de esta empresa. Lo raro es que en los papeles mercantiles británicos figuran como fundadores la esposa del doctor Leyva, doña Rosario Valenzuela Pardo y una empresa colombiana llamada Pardo Villaveces y Asociados S.A.S, cuya representante legal ha sido otra hija del canciller: doña María Angélica Leyva Valenzuela.

El año pasado, Andrés Forero, representante a la Cámara del Centro Democrático, denunció que una empleada de esa empresa del hijo de Álvaro Leyva había sido nombrada auxiliar administrativa en la Embajada de Colombia en Portugal poco después de la posesión del embajador Juan Fernando Bautista, que en paz descanse.

La auxiliar administrativa se llama Leidy Marcela Cortés Alvis y sigue en Lisboa, trabajando en la Embajada tan crucial en la solución del problema de los pasaportes.

Lo cierto es que esto empezó con unos gritos en la Casa de Nariño del entonces canciller Álvaro Leyva a la entonces directora de la Agencia Nacional para la Defensa Jurídica del Estado, Martha Lucía Zamora.

Todo porque ella había emitido concepto recomendando que la Cancillería conciliara con Thomas Greg and Sons, que es lo que, un año después, está haciendo el Gobierno colombiano.

La funcionaria que recomendó lo que están haciendo ahora, fue removida de su cargo.

Para esa época, ella denunció una serie de reuniones en Europa en las que Jorge Leyva, el hijo del entonces canciller, aparentemente hablaba del tema del multimillonario contrato de los pasaportes.

Los interlocutores de Jorge Leyva que fueron mencionados en esa época eran el abogado de la Cancillería Juan Carlos Losada Perdomo, el mismo que se oponía a la conciliación; Alex Vernot, esposo de la embajadora ante la Unesco en París y empresarios interesados en los pasaportes.

Leyva y Vernot reconocieron que la reunión ocurrió, pero dijeron que el propósito era puramente social.

Por los mismos días y como posible interlocutor de Jorge Leyva en este tema, empezó a sonar el nombre del embajador José Fernando Bautista, alma bendita.

Como sea, 29 días antes del vencimiento de la prórroga del contrato con Thomas Greg and Sons, la Cancillería llegó al acuerdo que aconsejaba la doctora Martha Lucía Zamora, a quien despidieron por atreverse a proponerlo.

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