Al Oído | Aviones que andan sin gasolina: canciller y Paola Vásquez, poderosa funcionaria

Previamente, hablamos de la denuncia del derroche en la Cancillería, donde en medio de una supuesta búsqueda de austeridad del Gobierno conocimos que gastaban millones en snacks, y lo increíble, en reuniones virtuales; pero ojo, hoy estamos Al Oído del descontento en la entidad.

Grábense un nombre que escucharán mucho, Paola Andrea Vásquez, la conocida secretaria general de la Cancillería desde la llegada de Luis Gilberto Murillo a la cartera.

Para explicarnos su poder, funcionarios de la entidad nos dijeron “haga de cuenta que es la Laura Sarabia de la entidad, sólo que si ella fuera Laura tendría más poder”.

Las quejas por malos tratos por parte de la secretaria aumentan al punto en que conocimos una carta del 23 de agosto, por parte del sindicato del Ministerio de Relaciones Exteriores, donde expresan: “el sindicato rechaza de manera contundente la displicencia de la secretaria general, Paula Andrea Vásquez, frente a las solicitudes de diálogo social sobre asuntos importantes para los trabajadores”.

A raíz de las quejas que nos han llegado de la funcionaria, indagamos y encontramos que Vásquez, efectivamente, tiene más poder que una secretaria general, incluso desde los trinos de la Cancillería, que deben pasar por su revisión.

Antes, la estrategia de la entidad era que las direcciones podían comunicar, ahora solo se puede publicar lo que hace directamente el ministro.

Hablamos con una diplomática que, al preguntarle por Paola Vásquez, dijo: “estamos cansados de ver cómo usan los recursos del Ministerio y la misma planta interna para hacer campaña política”.

Pero la cosa no para ahí, en el Gobierno, que se supone era de los ‘nadies’ y de buscar la dignidad de la supuesta ‘política del amor’, resulta que en la Cancillería hay varios tipos de contratación: diplomáticos, funcionarios, contratistas y tercerizados.

Pues a los tercerizados les dijeron que no podían entrar por la puerta principal del Palacio, porque no eran de la altura de esa entrada.

Para rematar, cuando el ministro Murillo no está, la que queda de encargada es la secretaria Paula Vásquez, por encima de los viceministros, curiosamente, es administradora de empresas, pero bueno, por la confianza con el canciller y más porque también fue secretaria general en el Ministerio de Ambiente cuando él estaba allí, su relación de confianza es total.

Así las cosas, absolutamente todo pasa por ella, las comunicaciones, las decisiones claves, los cambios de personal (que eso si es de su fuero), los movimientos, la narrativa de todo lo que sale.

En fin, mientras muchos lanzan al agua a candidatos que tal vez ni se lanzarán, otros, desde Gobierno y con nuestros recursos, arrancaron campaña.

El Pacto debería abrir los ojos, porque el grupo que mueve el poder, alineando motores y que, si tienen gasolina para arrancar campaña, no son de sus luchas ni de los suyos.

Mejor dicho, en el Palacio y muy cerca al presidente está el avión que sin gasolina más alto pudo volar y desde arriba tiene a la torre de control, ayudando así al aterrizaje de figuras como Murillo y su secretaria general, Paola Vásquez.

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