Ojo: revisar el celular a la pareja sin permiso es delito, esto dice la ley

¿Usted le revisa el celular a su pareja sin permiso? Tenga cuidado porque, en Colombia, esta acción configura un delito y lleva a diferentes tipos de sanciones según las circunstancias en las que lo haya hecho.

En diálogo con W Fin de Semana, el abogado penalista Francisco Bernate explicó que, en el actual régimen penal que opera en Colombia y el cual fue modificado en el año 2011, se introdujo como delito el acceso abusivo a sistema informático.

Dicho delito, según el jurista, consiste en “introducirse, de manera subrepticia y clandestina, en un sistema protegido con una contraseña, es decir: teléfono, computador, reloj inteligente u otros dispositivos”.

Este delito, según Bernate, tiene una pena de cuatro a ocho años de prisión.

“Hay gente que, quizás por ignorancia o porque no se tiene esa conciencia de que revisar el celular o el correo de alguien sin su consentimiento está mal, usa (esta acción para) tomar capturas y después pretenden utilizarlas en escenarios como procesos ante juzgados o comisarías de familia y eso constituye un delito”, explicó Bernate.

Por eso, hizo énfasis en que, desde lo estrictamente legal, es importante entender que “todos tenemos derecho a la intimidad de nuestra correspondencia y de que eso es un delito que sí se judicializa”, incluso si la acción se cometió una sola vez.

Sin embargo, el abogado utilizó un ejemplo para explicar en qué casos puede haber una excepción: “Hace unos años, una mamá se metió al Facebook de su hija menor de edad y encontró que estaba siendo acosada sexualmente. Denunciaron al acosador y su defensa dijo que esa prueba era ilegal (…) la Corte Suprema de Justicia tiene una regla que dice que no se puede acceder al celular de la pareja, pero sí de los hijos porque está dentro de la órbita de la custodia parental que tienen los padres”.

No obstante, sobre los procesos de divorcio en los que se requiere prueba de una infidelidad, el abogado precisó que la ley dice que es posible que una persona autorice el acceso a su teléfono para un uso específico, pero eso no significa que se esté dando una licencia para invadir la intimidad de manera indefinida.

“Si por la noche usted toma el celular de su pareja y empieza a tomar fotos o a descargar documentos, no vaya a usar esto en un proceso porque es una especie de confesión del delito. En este tipo de situaciones, (la prueba) no se puede utilizar”, recomendó.

De todas formas, también existe una sola excepción en este escenario: “Es aquel evento en el que la persona consiente y tolera que accedan a su información: si entrega el celular voluntariamente, sí es posible”.

En ese sentido, Bernate explicó que, en Colombia, la intimidad de los teléfonos y de la correspondencia se levanta cuando la persona lo autoriza o cuando hay una orden de un juez.

“En el mundo real, en un caso de infidelidad, un juez jamás dirá: ‘métete al teléfono y busca’. Hay que buscar otro tipo de pruebas, como pueden ser testimonios o, eventualmente, un investigador que haga un seguimiento en lugares públicos”, indicó.

En el caso contrario, si la pareja está revisando el celular a una persona, la víctima está en facultad de denunciarlo: “Desde 1996, esas intromisiones en la vida de la pareja –la persona que obliga a tener el celular sin clave o constantemente está revisando todo, incluso la ubicación– también es una forma de violencia intrafamiliar y tienes que ser consciente que de estás en un ciclo de violencia y tiene unas consecuencias”.

Por eso, el abogado concluyó: “No es normal estar encima del teléfono de la pareja ni es una muestra de amor, es un evento de violencia y un delito tipificado como acceso abusivo a un sistema informático y violación de datos personales. No solo aplica a las parejas: la información de todos es privada y debe estar protegida”.