Al Oído | Habla el supersalud Luis Carlos Leal: “Estoy orgulloso de mis plumas”

Hay unas peleas que se ganan antes de entrar al campo de batalla y otras que se ganan cuando el argumento se olvida y deciden dar inicio al ataque ruin. Esta vez, el round en cuestión se dio entre la senadora María Fernanda Cabal y el superintendente de Salud, Luis Carlos Leal.

La senadora Cabal, en una exposición frente a otros ciudadanos, expresó: “El de Supersalud, con las plumas, va a volar el plumífero”. Esto, en un intento por burlarse de que el superintendente Leal es gay.

Quiero que quien nos esté escuchando y sin importar orilla política –porque es un tema que no tiene por qué ser de un lado–, reflexione: habiendo tantas cosas por cuestionarle al Gobierno con argumentos razonables, ¿cómo una mujer que es una gran figura política, que ha marcado agenda y es un verdadero personaje, se desdibuja y termine en esto?

Es increíble que siga con discursos llenos de homofobia cuando no es homofóbica, porque personas con plumas de muchos colores las tiene muy cerca en colegas del partido, amigos y familiares. Entonces, ¿por qué acudir a esto?

Al país también le impide avanzar una oposición que camina en reversa, pues ha olvidado la altura de verdaderos líderes. Qué complejo olvidar que, como dice el expresidente Álvaro Uribe, se es suave con las personas y fuerte con los argumentos. Así es como se pierde una batalla sin necesidad de empezar la pelea.

Por eso, hoy estamos Al Oído del superintendente de Salud, Luis Carlos Leal, a quien le preguntamos qué mensaje quiere enviarle a la oposición, pero, especialmente, a la ciudadanía que cada día en redes se ataca de forma más ruin y personal.

Qué pesar ver el nivel de debate y más pesar me da que se crea que hablar de la sexualidad de una persona es ofensa o motivo de burla. Nadie tiene que ocultar a quien ama, nadie tiene que dar explicaciones de su sexualidad ni intimidad mientras esto no afecte lo público. Son esos discursos los que mantienen a tantos con miedo a ser.

Cada día, mientras unos quedan en el pasado, nuevas voces y personajes que causan tanta polémica e incluso periodistas a quienes las bases de derecha empiezan a ver más interesantes, se vuelven una verdadera opción para muchos y les está quitando el afecto de un nicho que pensaban tener.

Arriba esas plumas, porque sí se puede con orgullo. Arriba los colores y lo que a cada uno le den ganas de ser. Por favor, dejen la morronguería, pues como decía Juanes: “Hay que cambiar el odio por amor”.