“Es irresponsable decir que se expropiarán recursos”: Finagro sobre inversiones forzosas

En diálogo con La W, Alexandra Restrepo, presidenta de Finagro (Fondo para el Financiamiento del Sector Agropecuario), se pronunció acerca de la propuesta del presidente Gustavo Petro de reactivar la economía a través de “inversiones forzosas”, una iniciativa que ha desatado polémica en sectores económicos y políticos que ya han expresado serios reparos.

Según Petro, la iniciativa de las inversiones forzosas –que se estudia si será proyecto de ley o un acuerdo con los bancos– consiste en redirigir parte del dinero que se encuentra en los bancos hacia proyectos productivos y créditos de bajo costo.

En primer lugar, Restrepo aseguró que el financiamiento del sector agropecuario tiene un sistema diferencial, lo cual se debe al bajo margen de utilidad que tienen los sistemas productivos por tratarse de una actividad expuesta a riesgos climáticos y biológicos. Además, indicó que este sector cuenta con pocas garantías idóneas para la percepción de la banca.

Por eso, señaló que resulta importante garantizar la producción para permitir la seguridad alimentaria del país y mejorar las condiciones de vida del campesinado: “Es tan relevante que la misma Constitución Política, en los artículos 65 y 66, recalca por qué se debe ver al sector financiero de manera distinta al sector agropecuario. Con esta visión, en 1990 se crea el Sistema Nacional de Crédito Agropecuario para articular los actores para asegurar un flujo de recursos suficiente y adecuado para la actividad agropecuaria”.

Adicionalmente, recordó Restrepo, se crearon los Títulos de Desarrollo Agropecuario (TDA) como “una fuente de fondeo distinta y esto es lo que se menciona como una ‘inversión obligatoria’, pues nace precisamente por la falla de mercado del sector que imposibilita que el banco le preste a los campesinos”.

De este modo, sobre cómo garantizar que esas inversiones forzosas sean seguras y no generen desconfianza desde el sector financiero, la presidenta de Finagro afirmó: “Los recursos de Finagro son necesarios y garantizados. Tenemos los Títulos de Desarrollo clase A, que son los que brindan operaciones de descuento y en las condiciones más bajas, enfocados en los pequeños productores. Los Títulos clase B son para los medianos”.

De este modo, Restrepo aseguró que se tienen garantizados los recursos para los pequeños productores y estos ponderan en el 150%: “Por cada peso que coloca Finagro, este tiene un efecto multiplicador del 1.50% y para el mediano y grande productor, el 1.25%”.

Por eso, sostuvo que esta operación y los recursos siempre han sido seguros, ya que Finagro no maneja los recursos directos de los ahorradores de los bancos: “Es irresponsable decir que los recursos se van a expropiar. Finagro maneja los recursos a través de los TDA que compra la banca privada (…) Finagro no solamente requiere de todos estos recursos, sino que también los coloca de manera eficiente en el sector agropecuario del país”.

Así, aseguró que esto permita que la economía crezca y sea jalonada por el sector de la agricultura.

En cuanto a las consecuencias negativas que tendría esta implementación sobre el sistema financiero, las cuales han sido advertidas por analistas económicos, la presidenta de Finagro afirmó que los bancos que quieran colocar recursos de manera directa al sector agropecuario lo pueden hacer a través de la cartera sustitutiva, es decir, la compra de los TDA.

“Ha sido tan exitoso este modelo de financiación del sector agropecuario que el campo colombiano se ha podido transformar y dinamizar, así que la banca privada lo está haciendo de manera directa, no solamente por redescuentos sino también por la sustitutiva”, afirmó.

De hecho, aseguró que lo que sería preocupante es que se eliminaran las inversiones forzosas en Colombia: “¿Qué pasaría con los pequeños productores? No podrían acceder a tasas adecuadas ni competitivas, ni se tendrían esas garantías o instrumentos financieros para ofrecerle al pequeño productor. Sería inviable la actividad agropecuaria porque encarecería el financiamiento el toda la cadena de valor e, incluso, el precio de los alimentos que nos llegan a la mesa a todos los colombianos”.