Juez de caso Nicolás Petro, uno de los candidatos de la Corte Suprema para la Procuraduría
Hugo Carbonó ha sido juez de circuito y fiscal. Desde el 2023 ganó visibilidad por ser el encargado de dirigir el proceso por lavado de activos del hijo del presidente.
La Corte Suprema de Justicia público el 13 de agosto, luego de una convocatoria pública, su lista de veintidós personas admitidas como elegibles para seleccionar la candidatura que será presentada al Senado de la República para escoger a quien dirigirá la Procuraduría General de la Nación.
En la selección llamó la atención la ausencia de algunos nombres reconocidos, como el del expresidente del Consejo de Estado Gustavo Gómez Aranguren, pero también resaltaron profesionales del derecho de altas calidades, como la expresidenta del mismo tribunal Lucy Jeanette Bermúdez.
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Bermúdez fue presidenta de la Sección Quinta del Consejo de Estado en 2015 y 2016, y luego presidió el alto tribunal administrativo en 2019. Su vinculación a la rama judicial sobrepasó los 36 años y, además, fue funcionaria de la Procuraduría por cerca de veinte años.
La exmagistrada aparece en el quinto lugar de la lista publicada por la Corte Suprema. Un puesto después, en el sexto, se ve el nombre de un abogado con vasta experiencia en la justicia y algo de reconocimiento en el norte del país, en el Atlántico: Hugo Junior Carbonó Ariza.
Nacido en Ciénaga, Magdalena, fue juez sin rostro en Bogotá en los tiempos del magnicidio del excandidato Luis Carlos Galán. En la capital, donde también fue juez especializado, emitió sentencias contra el exdirector del DAS Miguel Alfredo Maza Márquez y el exministro Alberto Santofinio.
En Barranquilla, Carbonó fue designado como fiscal delegado ante el Tribunal Superior y permaneció en el cargo por siete años. El noviembre de 2009, durante la interinidad de Guillermo Mendoza Diago, el entonces fiscal general lo declaró insubsistente con una resolución que demandó.
La razón para apartarlo de la Fiscalía es que su puesto era provisional y que el ente acusador debía dar paso a cargos en propiedad, pues la Corte Constitucional lo ordenó con una sentencia de tutela de 2011. Carbonó quiso su reintegro, pero el alto tribunal lo desestimó en 2013.
En 2010, de acuerdo con su hoja de vida, fue juez penal de descongestión de Cundinamarca. Un año después entró al mismo puesto, pero en Soledad, Atlántico. Ha sido docente en la Universidad Libre y en la Corporación Universitaria Rafael Núñez. Desde 2021 se desempeña en Barranquilla.
Fue en noviembre de 2021 cuando entró al cargo de juez penal especializado de la capital del Atlántico, y fue el año pasado cuando ganó cierto renombre porque a su despacho llegó un reparto de un caso emblemático: el de lavado de activos en contra del exdiputado Nicolás Petro.
El hijo del presidente, acusado también por enriquecimiento ilícito por presuntamente tomar dinero sucio que iba a la campaña de 2022 de Gustavo Petro, intentó llegar a un acuerdo con la Fiscalía, con Mario Burgos, pero meses después el ente acusador anunció que lo llevaba a juicio.
A partir de la radicación del escrito de acusación, el exfuncionario de la Asamblea del Atlántico ha denunciado presiones e intimidaciones de parte de Burgos, incluyendo el momento de su captura, su interrogatorio filtrado a la prensa y la supuesta “falta de garantías” del fiscal.
Por esos motivos, el abogado Sebastián García, de la defensa de Petro, pidió en enero anular todo el proceso. El fiscal Burgos y el Ministerio Público se opusieron. A su turno, el juez Hugo Carbonó rechazó “de plano” el recurso tras escuchar la audiencia de imputación de agosto de 2023.
Carbonó aseveró que los hechos y delitos imputados fueron “claros, concretos, entendibles y coherentes”, por los que un juez de garantías de Bogotá impartió legalidad. En consecuencia, dijo, la etapa de acusación no era pertinente para cuestionar ese momento procesal anterior.
El proceso ha avanzado desde entonces con varias decisiones, como la de la fiscal general, Luz Adriana Camargo, de apartar a Burgos del proceso por estar enfrentando un proceso disciplinario por presuntas irregularidades en contra de Nicolás Petro.
El togado Hugo Carbonó sigue en el proceso. Su rechazo “de plano” fue regañado por la Corte Suprema, por lo que tuvo que escuchar los argumentos de la defensa de Petro. Aun así, desestimó la nulidad, así que la causa sigue adelante, tanto como la aspiración del juez de llegar a la Procuraduría.