Hablan las candidatas a la Defensoría del Pueblo
La Cámara de Representantes elegirá entre tres reputadas defensoras de derechos humanos desconocidas en el ámbito político.
La Defensoría del Pueblo ha tenido al frente personas muy notables pero buena parte del tiempo ha estado dirigida por politiqueros que la han convertido básicamente en un fortín burocrático que rara vez cumple con sus funciones.
La Constitución Nacional le asigna a la Defensoría la tarea de “velar por la promoción, el ejercicio y la divulgación de los derechos humanos”. También la de proteger las garantías y libertades de los ciudadanos residentes en Colombia o en el exterior, frente a actos, amenazas o acciones ilegales, injustas, irrazonables, negligentes o arbitrarias de cualquier autoridad o de los particulares.
Justo es decirlo, la Defensoría no siempre ha cumplido esa labor.
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Es más, en ocasiones, desde la misma Defensoría, se han violado los derechos humanos. A lo largo de la historia, se han vivido allí episodios de favoritismo, persecución, acoso laboral y acoso sexual sin consecuencias penales, ni disciplinarias.
Por todo eso, la nominación de tres defensoras de derechos humanos para ocupar el cargo es una brisa fresca que puede el prestigio rescatar una entidad que se ha ido desdibujando en la repartija o en los abusos.
Las nominadas por el presidente Gustavo Petro para ser la próxima defensora del pueblo tienen varias características en común:
- Son mujeres, por 34 años la entidad ha sido liderada por hombres.
- Son abogadas defensoras de derechos humanos, tres personas cuya trayectoria profesional se ha desarrollado en la misión constitucional de la Defensoría.
- Son prácticamente desconocidas en el mundo político y tienen apenas unos días para conseguir el apoyo de la Cámara de Representantes que es la que vota para elegir a la persona que estará al frente de la institución.
Dora Lucy Arias, aseguró en los micrófonos de La W, que para que la gente vuelva a creer en la Defensoría, “se requieren sistemas de información y monitoreo en los territorios”, y destacó que “es muy importante examinar los derechos humanos en las poblaciones de los territorios, superar la brecha de la equidad regional”.
Asimismo, Iris Marín Ortiz, mencionó que está en busca de que “todos los sectores políticos se sientan reconocidos por la Defensoría del Pueblo, que sepan que no solo va a ser una organización, o de un solo partido político, sino de todos”. Incluso, reveló que se ha acercado a todas las bancadas del Congreso, porque quiere “que todos se sientan escuchados”.
Por su parte, Jomary Ortegón, dijo que hay que “construir una Defensoría que contribuya a la paz territorial”, y aprovechó para recalcar que “la Defensoría tiene herramientas muy poderosas, como el sistema de alertas tempranas, que se puede fortalecer”.
Una de ellas será la defensora del pueblo. A esta hora hay movimientos en los partidos políticos para decidir quién será la elegida. Ninguna tendencia política tiene una mayoría clara en la Cámara. Cualquier compromiso con una fuerza puede dificultar los acuerdos con otra.
El Pacto Histórico, el partido de Gobierno, nominalmente tiene apenas 27 de los 187 representantes y algunos teóricamente “independientes” que votan la bancada de gobierno. Hay otras fuerzas más grandes como el Partido Liberal que tiene 33 congresistas y el Partido Conservador que al igual que el pacto tiene 27.
Como sea el reto de la nueva defensora será lograr su elección, programada para este viernes 16 de agosto, sin quedar empeñada con los congresistas.