‘Urias Perdomo’, quien había sido capturado en camionetas de la UNP, sigue delinquiendo
El cabecilla de las disidencias de las Farc extorsiona a la población en Caquetá tras haber sido liberado por ser vocero en la negociación con el Gobierno.
Juan Antonio Agudelo, alias ‘Urías Perdomo’ . Foto: cortesía.
A Juan Antonio Agudelo, alias ‘Urías Perdomo’, se le señala de participar en la planeación y ejecución en 2018 de una acción terrorista en donde fueron asesinados dos soldados profesionales del Ejército Nacional en la vereda El Rubí, zona rural de La Macarena, Meta.
De igual manera está involucrado en el secuestro y posterior asesinado de 4 ciudadanos que hacían parte de una comisión de reclamantes de tierras (un funcionario, un conductor y dos reclamantes) en 2021 en Mesetas, Meta.
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En 2023 ordenó la destrucción de la antena de telecomunicaciones de la empresa Claro en el sector de La Chipa, en Puerto Rico, al norte del Caquetá, por el no pago de cuotas extorsivas.
Posee órdenes de captura (suspendidas temporalmente por el proceso de paz) por los delitos de concierto para delinquir con fines extorsivos, homicidio agravado y terrorismo.
Pero, además, es señalado de homicidios contra defensores de DD.HH., exguerrilleros reincorporados que se han negado a volver a las filas, extorsión, secuestro, porte, tráfico de armas.
“Es señalado de al menos 450 hechos de extorsión contra comerciantes, ganaderos, campesinos, transportadores, contratistas de obras en municipios del Caquetá, empresarios y hasta juntas de acción comunal”, dice el informe de inteligencia que conoció La W.
Es muy cercano a alias ‘Calarcá’. Aunque agencias de inteligencia desplegadas en el sur del país dan cuenta de que también ha sostenido conversaciones con ‘Iván Mordisco’. La estrategia de este criminal sería mantener “buenas relaciones” con ambos cabecillas y así poderse acomodar en el momento en que alguno de los dos gane esa “disputa de poder” que actualmente tienen.
Alias ‘Urías Perdomo’ les estaría suministrando a estos dos cabecillas criminales (Calaca y Mordisco) cerca de 400 millones de pesos a cada uno, para evitar “roces”. Se cree que podría recibir producto del pago de cuotas extorsivas más de 2.000 millones de pesos mensuales, sumado al negocio del narcotráfico y algo de minería ilegal”.
Es uno de los cabecillas con más altos ingresos ilegales dentro de las disidencias de las Farc. Dentro de sus gustos personales y excentricidades está el gusto por el tequila, el whisky sello azul y los brownies con arequipe y helado. Le gusta realizar fiestas clandestinas en fincas a donde lleva prostitutas y a menores de edad, con droga y licor”.
Tiene la costumbre de realizar rifas o sorteos entre los asistentes a dichas fiestas a quienes les obsequia fajos de dinero, producto de extorsiones. Las autoridades le realizan un detallado seguimiento a posibles testaferros que tendría en Caquetá, Huila, Meta, Córdoba, el Eje Cafetero, Antioquia, Cali y la Costa Atlántica en donde habría adquirido propiedades como parqueaderos, haciendas, bodegas y apartamentos.