En diálogo con La W, el abogado Alejandro Sánchez, conjuez de la Corte Suprema de Justicia, explicó cómo funciona el reparto de expedientes en el alto tribunal después de que la investigación contra el congresista Wadith Manzur en medio del escándalo de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) cambiara de magistrado ponente por una filtración a medios de comunicación.

Sánchez sostuvo que este hecho podría abrir la posibilidad a que los abogados utilicen las filtraciones para lograr un cambio en el magistrado ponente de un proceso: “¿Se imaginan, por ejemplo, que una de las jugadas estratégicas de la defensa para sacar a un juez instructor sea filtrarle su expediente?”.

En ese sentido, Sánchez aseguró que, en caso de que dicho expediente hipotético lo haya filtrado una contraparte de la defensa, el Ministerio Público o alguien que tuvo acceso al proceso simplemente para “quemar al magistrado” puede traer riesgos.

El conjuez también aseguró que nadie puede estar manipulando quién será el juez en un proceso: “Si a usted le tocó ese juez, la democracia exige que se respete y que sea ese juez quien siga el proceso. Cualquier cambio que se haga debe ser por razones legales y poderosas”.

De no ser así, advirtió Sánchez, “estaríamos al vaivén de regímenes autoritarios que, por ejemplo, van cambiando a los jueces si no les van gustando los resultados de sus investigaciones”.

De esa forma, el abogado reconoció que desconoce si en la ley habrá algo más allá que disponga que en esos casos deba haber motivos fundados para haber un cambio de instructor, por ejemplo: “El ponente debe tener la posibilidad de dirigir la investigación, sin pensar qué casuales externas no previstas en la ley lo puedan alterar”.

Habla la Corporación Excelencia para la Justicia

A su turno, el presidente de la Corporación Excelencia para la Justicia, Hernando Herrera Mercado, explicó en diálogo con La W si esta situación podría generar algún tipo de recusación, así como en qué situaciones se podría apartar al juez una vez asignado el caso.

Según Herrera, “solo se puede separar al juez en caso de que obre un impedimento –es decir, que el magistrado advierta alguna inhabilidad– o una recusación”.

En las demás situaciones, agregó el abogado Herrera, se supone que el funcionario judicial a cargo “tiene que seguir con la investigación hasta que la remate en el sentido que le corresponda”.

Herrera también respondió acerca de si la misma Secretaría podría oponerse al cambio de magistrado: “Podría darse ese caso e, incluso, que el mismo magistrado que lleva a cargo la instrucción del proceso señale que no hay un elemento objetivo para efectos de desprenderse de esa investigación”.