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Si existe ‘conmigo’, ¿es correcto decir ‘sinmigo’?: Explicación de la RAE

‘Sinmigo’ ha sido una palabra estudiada por años, pues vendría del latín clásico. Le contamos.

Persona escribiendo en un cuaderno (GettyImages)

Persona escribiendo en un cuaderno (GettyImages)

El español es el cuarto idioma más hablado en el mundo, acumulando alrededor de 599.405.122 personas, sea “como lengua nativa, segunda o extranjera”, explica el Instituto Cervantes, avalado por el Gobierno de España. Por su parte, se estima que aproximadamente 23.035.198 ciudadanos se encuentran aprendiéndolo y el 7.9 % de los usuarios en Internet se comunican en dicha lengua; sin embargo, aún está muy por debajo del inglés, idioma hablado por más de 1.500 millones de personas.

Asimismo, en su constante evolución, el español se ha ido adaptando a nuevas formas gramaticales, expresiones coloquiales e incluso americanismos; por lo tanto, en la actualidad se estima que 93.000 palabras y 19.000 extranjerismos están en el diccionario de la Real Academia Española (RAE).

Curiosidades del español: ‘conmigo’ y ‘sinmigo’

El español es un abanico de curiosidades que podría llegar a confundir tanto a los nativos como a los extranjeros que aprenden diariamente el idioma; por ejemplo, dentro de las peculiaridades que se encuentra está los casos en que es posible tildar la ‘y’ o la única palabra que tiene 4 letras consecutivas en orden alfabético.

Sin embargo, a la lista también se debe sumar el porqué se dice ‘conmigo’ o contigo’ y no ‘sintigo’ o sinmigo’, pues estos dos últimos vocablos serían la forma adecuada, teniendo en cuenta la evolución del latín clásico y del romance hispánico en el español. En ese sentido, de acuerdo con lo explicado por la Real Academia Española (RAE), estas palabras son ahora una anomalía y para entender su origen es necesario echar una mirada al pasado, sobre todo, remontarse a la lengua latina.

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Según lo indicado por dicha entidad, en el latín clásico se usaba la preposición ‘cum’ escrita de manera unida con los pronombres personales, es decir, ‘mecum’, ‘tecum’, ‘secum’, entre otros, dando como ejemplo a: ‘Dominus vobiscumo ‘el Señor [esté] con vosotros’. Ahora bien, en las primeras etapas del romance hispánico, estas formas latinas evolucionan fonéticamente a ‘migo’, ‘tigo’ y ‘sigo’; pero, los hablantes empezaron a reemplazar la preposición latina ‘cum’ por ‘con’, detonando en lo que conocemos actualmente como: ‘conmigo’, ‘contigo’ o ‘consigo’, siempre escribiéndose en una sola palabra.

En cambio, la preposición ‘sin’ tomó posición en el castellano bajo las construcciones regulares de ‘sin mí', ‘sin ti’; por lo tanto, “la etimología no justifica las formas ‘sinmigo’ o ‘sintigo’, inexistentes en el español”, aclara la RAE.

Entonces, escribir en cualquier texto formal o informal ‘sinmigo’ o ‘sintigo’ es incorrecto y sería una falta ortográfica.

Curiosidades en la escritura de algunas palabras

Además de la mencionada, algunas personas suelen sentir confusión con la forma correcta de escribir ‘a gusto’ o ‘agusto’, con el fin de referirse a “que algo se hace o produce comodidad o placer”, sugiere la RAE. Sin embargo, para este caso específico la fusión gráfica ‘agusto’ “rompería la simetría con la expresión antónima ‘a disgusto’ que significa ‘incómodamente o de mala gana’”.

Por tanto, para cualquier ocasión ‘a gusto’ se debe escribir en dos palabras porque, de no hacerse, se cometería un error ortográfico.

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