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Netanyahu planteó “evaluación de seguridad” tras el ataque israelí en Beirut

Benjamín Netanyahu, advirtió con dar una respuesta “dura” en poco tiempo contra Hizbulá.

Benjamin Netanyahu. I Foto: Kent Nishimura/Getty Images. / Kent Nishimura

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, se encuentra en una “evaluación de seguridad” mediante conferencia telefónica en la sede militar de Kirya, en Tel Aviv, tras el ataque de Israel este martes 30 de julio en Beirut, aparentemente dirigido contra el comandante de Hizbulá, Fuad Shukr.

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El Ejército israelí confirmó haber bombardeado Beirut en una operación dirigida contra el “comandante responsable del asesinato de niños en Majdal Shams” -en referencia al ataque atribuido a Hizbulá el sábado en esa ciudad drusa de los Altos del Golán, en el que murieron 12 menores de entre 10 y 16 años- “y numerosos civiles israelíes”.

Aunque no se ha confirmado su identidad formalmente, oficiales israelíes han filtrado a medios de ese país que el objetivo de ese bombardeo en Dahye, un suburbio al sur de Beirut e importante bastión de Hizbulá, era Fuad Shukr, considerado el “jefe del Estado Mayor” del grupo y cuya muerte tampoco ha sido confirmada.

Shukr es considerado el jefe militar de Hizbulá y es un importante asesor del líder del grupo chií, Hasán Nasrallah; además de integrar el importante Consejo Yihad de la organización, y de estar al mando de proyecto de misiles de precisión y de largo alcance, el aspecto que más preocupa a Israel.

Lleva activo en Hizbulá más de 30 años y participó en la planificación y ejecución del ataque contra la Marina de EE.UU. en Beirut el 23 de octubre de 1983, que resultó en la muerte de 241 soldados estadounidenses; y desde entonces figura en la lista de los más buscados del Departamento de Estado, que ha ofrecido 5 millones de dólares por información sobre su paradero.

En la reunión con Netanyahu participan el ministro de Defensa, Yoav Gallant; el de Asuntos Estratégicos, Ron Dermer; los jefes de los servicios de inteligencia Mosad, Shin Bet, David Barnea y Ronen Bar; el jefe del Consejo Nacional de Seguridad Nacional, Tzagi Hanegbi; el jefe del Estado Mayor, Herzi Halevi; y otros cargos de la cúpula militar.

Dermer y Hanegbi están físicamente con Netanyahu, junto con su equipo cercano, mientras que el resto participó vía telefónica.

“La respuesta llegará pronto y será dura” advirtió el lunes Netanyahu, en una visita a Majdal Shams, ciudad drusa en los Altos del Golán, ocupados por Israel desde 1967, después de que el gabinete de seguridad le diera luz verde para decidir la forma y el momento de la represalia contra Hizbulá.

De momento, las autoridades libanesas solo han confirmado la muerte de una mujer en ese ataque, que dejó además decenas de heridos.

La comunidad internacional, especialmente EEUU, está mediando para que la represalia de Israel no desemboque en una guerra abierta en la frontera entre Israel y Líbano que vive su mayor pico de tensión desde 2006, cuando el Ejército israelí y Hizbulá ya libraron una guerra.

La frontera entre Israel y Líbano vive un intercambio de fuego desde octubre, que ha cobrado la vida de más de 560 personas, la mayoría en el lado libanés y en las filas de Hizbulá, que ha confirmado unas 355 bajas, algunas en Siria; además de un centenar de civiles.