Aplazan retorno de la población Emberá en Bogotá por incumplimiento de entidades nacionales
La consejera de paz de Bogotá, Isabelita Mercado, informó que la falta de avances en soluciones habitacionales, proyectos productivos y acceso a servicios de salud impide garantizar un retorno digno y sostenible a Risaralda.
Bogotá
La consejera de paz de la Alcaldía de Bogotá, Isabelita Mercado, informó sobre el aplazamiento del retorno de la población Emberá asentada en el Parque Nacional de Bogotá. La fecha inicialmente prevista por la Unidad para las Víctimas se ha pospuesto debido a la falta de avances en los compromisos asumidos por diversas entidades del gobierno nacional.
El retorno de la población Emberá, originaria de Risaralda, es un proceso que busca garantizar su sostenibilidad y dignidad. Entre los compromisos establecidos se encuentran la provisión de soluciones habitacionales específicas, la creación de proyectos productivos que generen ingresos, y el acceso a servicios de salud y medicamentos. Estos compromisos son cruciales para prevenir riesgos y vulneraciones, especialmente entre niños, niñas y adolescentes, y para transformar la realidad en sus resguardos, evitando futuros desplazamientos.
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Mercado señaló: “Desafortunadamente, pese al liderazgo de la Unidad para las Víctimas y los esfuerzos del Ministerio del Interior, hay distintas entidades del nivel nacional que no han avanzado en el cumplimiento de sus compromisos”. La consejera destacó que la dignidad del retorno depende en gran medida de estas acciones, las cuales aún no se han concretado.
Ante esta situación, se espera que hoy el alcalde de Bogotá se reúna con el ministro del Interior para reforzar la alianza necesaria que impulse el retorno de la población Emberá de manera efectiva. Esta reunión es crucial para definir los próximos pasos y garantizar que las condiciones para el retorno sean óptimas.
La población Emberá ha estado asentada en el Parque Nacional debido a desplazamientos forzados provocados por la violencia y la falta de oportunidades en sus territorios. El retraso en el cumplimiento de los compromisos afecta directamente su bienestar y prolonga su situación de vulnerabilidad en Bogotá.