El ‘Dream Team’ de Estados Unidos debutó con victoria en JJ. OO.: derrotó 110-84 a Serbia
Kevin Durant, con 23 puntos, y LeBron James, con 21, fueron los dos máximos anotadores del partido; mientras que Nikola Jokić, con 20, fue el más efectivo del equipo serbio.
Guiada por un inconmensurable Kevin Durant y un no menos brillante LeBron James, la selección de Estados Unidos, la gran favorita al oro, derrotó este domingo 28 de julio a la de Serbia -actual subcampeona del mundo-, por 110-84, en el primer partido de ambas en el grupo C del torneo olímpico de los Juegos de París 2024, que se disputó en el estadio Pierre Mauroy de Villeneuve d’Ascq, en las afueras de Lille.
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Kevin Durant, con 23 puntos, y LeBron James, con 21, fueron los dos máximos anotadores del partido; mientras que Nikola Jokić, con 20 fue el más efectivo del equipo serbio; en un encuentro que respondió a las expectativas, especialmente por parte de los norteamericanos, que no escatimaron esfuerzos, dieron espectáculo; y confirmaron que vienen a por todo.
Estados Unidos, que persigue su decimoséptimo oro olímpico -el quinto seguido- y que, por ello, ha traído a los Juegos de París una nueva versión del ‘Dream Team’, empezó descentrada, con Embiid fallando tiros libres y su primer intento de tres. Mientas tanto, Avramovic -base del Partizán- no solo habría el marcador, sino que anotaba los primeros cuatro puntos seguidos, antes de que con un robo, un retorno y un espectacular mate, LeBron James lograse la primera cesta para los norteamericanos.
Después de un inicial 10-2 adverso, los hombres de Steve Kerr se desperezaron y anunciaron la presencia del ‘equipo de ensueño’ en la zona olímpica con un triple de Steph Curry, el mejor ‘triplista’ de la historia. Debutante, a los 36 años, en unos Juegos. Cuatro veces ganador de la NBA junto al técnico del ‘US Team’ con los Golden State Warriors. Los mismos títulos que cuenta LeBron -que, con 39, apunta a su tercer oro-, pero, a diferencia de este, todos con el mismo equipo.
Serbia no es un equipo menor. No necesita presentación. Es la actual subcampeona mundial y, antes del fiasco de no haberse clasificado para los Juegos de Tokio, ganó plata en la cita olímpica anterior, en Río 2016. Y su estrella, Nikola Jokić, ha vuelto a ser elegido, por tercera vez, MVP -jugador más valioso- de la NBA, la mejor liga del mundo, en la que hizo campeones a los Denver Nuggets hace dos cursos.
Jokic, Avramovic y Dobric (Virtus Bolonia) mantenían el tipo para el equipo que dirige Svetislav Pešić; pero el festival arrancó a tope en el momento en que entró en pista el ‘deseado’ Kevin Durant, que puede convertirse en el primer jugador en capturar un cuarto oro en la historia del baloncesto masculino.
A ‘KD’, de 35, que no jugó ni un minuto en los cinco amistosos de preparación para los Juegos a causa de una lesión de pantorrilla, lo tuvo entre algodones -nunca mejor dicho- Kerr, que lo conoce perfectamente de la época en la que el ahora alero de los Phoenix Suns ganó bajo su dirección dos anillos en Golden State. Fue entrar en pista Durant, ponerse al frente de la muy virtuosa orquesta delas barras y las estrellas; y todo volvió a recordar al ‘showtime’: la expresión que remite a la época gloriosa de los Lakers de ‘Magic’ Johnson y Kareem Abdul-Jabbar en los años 80.
El ‘Team USA’ ya se había puesto por delante gracias a LeBron (12-13); pero salió Durant y con Durant cambió todo. Entró en cancha a falta de 2:33 para el final del primer cuarto -que se cerró con un ‘ally-hoop’ servido por LeBron a Anthony Davis para el 20-25- y solo lo que hizo durante el tiempo que jugó, desde ese momento hasta el descanso, merece la pena el pago de cualquier precio por una entrada.
Durant anotó en ese periodo de tiempo 21 puntos con un impecable 100 por cien de efectividad en sus ocho lanzamientos: cinco triples y tres tiros de dos. Quienes dudaban acerca de su presencia en los Juegos -y todos los demás- se quedaron, sencillamente, boquiabiertos.
La actuación de Durant, deslumbrante en el brillo, minimizó los 12 puntos en la primera mitad de Jokic y los 10 de Dobric, ante toda una Serbia bien organizada defensivamente, pero que sucumbía ante la excelencia; y se fue a la caseta ocho puntos por debajo (49-58).
A partir de ahí, todo se ciñó a administrar la riqueza y a marcarse ocasionales florituras, como otra espectacular asistencia de James a Jrue Holiday, uno de los tres jugadores que vienen de ganar el anillo con los Celtics, resolviendo a su favor el empate histórico que les unía a los Lakers en títulos en la NBA (18-17).
Bueno. Todo no. LeBron, que el curso próximo compartirá vestuario con su hijo Bronny, demostró que su vástago lo tendrá muy complicado cuando empiecen las comparaciones. Con un asombroso estado de forma, el astro de Akron (Ohio) se acabó sumando a la fiesta de Durant. LeBron acabó con 21 puntos -dos menos que él-, a los que añadió siete rebotes y nueve asistencias, para concluir con la mejor valoración del partido: 28
Y como la melodía era buena e invitaba a la danza, también salieron a bailar Devin Booker, compañero de Durant en los Suns; y Edwards, de 22 años y con un más que prometedor futuro por delante.
Jokic no se quedó atrás y con veinte puntos, cinco rebotes y ocho asistencias, acabó como el mejor valorado de su equipo (25). Bogdan Bogdanović, escolta de los Atlanta Hawks, fue el segundo anotador serbio, con 14 puntos; y se marchó del Pierre Mauroy con una valoración de 12. Asimismo, la segunda mejor de su conjunto.
Con un tanteo de 65-84 se había entrado en el definitivo cuarto acto, con todo resuelto y sin querer forzar más la máquina, pensando en los siguientes partidos, que medirán a Serbia con Puerto Rico; y a los ‘States’ con Sudán del Sur, que este domingo 28 de julio dio la gran sorpresa al derrotar a la selección caribeña. Y como al final todo era alegría, la fiesta estadounidense se cerró, como no, con un triple de Curry.