Rusia no transmitirá los Juegos Olímpicos París 2024
Durante los Juegos Olímpicos de Paris 2024, Rusia conservará distancia por la guerra que mantiene con Ucrania y no “manchar” su historia participando bajo una bandera neutral.
Mientras París se prepara para acoger a atletas de todo el mundo en unos Juegos Olímpicos sinónimo de concordia, Rusia, que siempre ha sido un actor deportivo clave, se mantiene a distancia de este evento mundial por la guerra en Ucrania.
Desterrada como nación, Rusia no retransmitirá los Juegos en su país, según los medios rusos, una decisión que recuerda a la Guerra Fría, cuando Moscú boicoteó los Juegos Olímpicos de Los Ángeles-1984.
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Durante décadas, Rusia apostó por el deporte como instrumento de prestigio internacional. Los de París-2024 serán una mancha en su historia olímpica, al contar sólo con 15 atletas que participarán bajo una bandera neutral.
“Rusia será una sombra de lo que fue”, resume Jules Boykoff, experto olímpico afincando en Estados Unidos. “La transición de potencia olímpica a país paria ha sido rápida y sorprendente”, agrega.
Mientras la guerra en Ucrania, desencadenada por la invasión rusa en febrero de 2022, sigue haciendo estragos, los responsables deportivos aconsejaron a los atletas ucranianos que eviten a los rusos en París.
Kiev también está pagando un alto precio deportivo por esta guerra: más de 450 deportistas ucranianos de élite han muerto desde el inicio de la invasión.
Precedentes
La historia deportiva internacional de Rusia está marcada por varias violaciones de la tradición olímpica. En 2008, Moscú rompió la tregua de los Juegos que se celebraban en Pekín, cuando lanzó una guerra contra Georgia.
En 2014, meses después de los de invierno en Sochi, llegaron las primeras revelaciones sobre el dopaje en el deporte en Rusia, que condujeron a que se destapara en 2016 un sistema de dopaje institucionalizado.
Las instancias olímpicas internacionales sancionaron a Rusia y sus atletas tuvieron que participar bajo una bandera neutral en los Juegos de invierno de Pyeongchang-2018 y Pekín-2022, así como en los de verano en Tokio-2020 [celebrados en 2021 por la pandemia del COVID-19].
Estos obtuvieron buenos resultados, especialmente durante los Juegos de Tokio, donde participaron más de 330 atletas rusos con un balance de 71 medallas, entre ellas 20 de oro.
Pekín-2022 acababan apenas de terminar cuando Moscú lanzó la invasión de su vecino ucraniano, el 24 de febrero de ese año.
El Comité Olímpico Internacional (COI) apartó entonces a Rusia y a su aliada Bielorrusia de las competiciones deportivas internacionales, antes de abrir la puerta a su participación en París-2024, pero con condiciones.
Solo pueden competir, bajo bandera neutral, quienes no hayan apoyado la ofensiva rusa en Ucrania y no tengan vínculos con las fuerzas armadas. Los atletas rusos también estarán ausentes en la ceremonia inaugural el viernes.
Moscú criticó una discriminación “sin precedentes” contra sus atletas. Algunos, autorizados a participar, renunciaron finalmente.
Deportistas
De los quince atletas rusos que aceptaron la invitación, hay siete tenistas, entre ellos Daniil Medvedev, y la joven revelación de 17 años Mirra Andreeva.
El resto son ciclistas, nadadores, remeros y especialistas de trampolín. Los luchadores y judocas decidieron no participar.
En Rusia, la competición internacional se ha convertido en blanco de una agresiva propaganda, con algunos dirigentes deportivos calificando a los atletas que aceptaron participar de “traidores” y “equipo de vagabundos”.
Ninguna televisión en Rusia anunció que retransmitirá los Juegos. Según un estudio del diario pro-Kremlin Komsomolskaya Pravda, un 78% de los rusos no prevén mirar el evento, accesible en el sitio web del COI.
“Sin Rusia, no hay Juegos Olímpicos, por lo que no hay nada que ver”, según un lector, citado por el rotativo.
El comentarista deportivo Mijail Polenov condenó la censura “política” de las cadenas rusas, en declaraciones al diario independiente Novaya Gazeta Europe.
“A un gran número de personas en Rusia les gustaría mirar los Juegos”, abunda Alexandre Shmurnov, para quien es “mentira” que los rusos no estén interesados.
En su opinión, los deportistas rusos “sufren” del creciente aislamiento de su país y la mayoría “no son guerreros propagandísticos” de Moscú. Pero según la oenegé Global Rights Compliance, dos tercios de los atletas rusos autorizados a participar apoyaron la guerra o tienen vínculos con el ejército.