Internacional

Bangladés decretó toque de queda y despliegue militar por manifestaciones

Las manifestaciones derivaron en una movilización más amplia, que plantea un desafío al gobierno autocrático de la primera ministra Sheikh Hasina, quien lleva 15 años en el poder.

Bangladés. I Foto: MUNIR UZ ZAMAN/AFP via Getty Images. / MUNIR UZ ZAMAN

Bangladés decretó toque de queda y desplegó a los militares para contener una ola de protestas que tomó fuerza este viernes 19 de julio, sin que la policía pudiera impedir las marchas, frenar el asalto de una prisión ni sofocar los disturbios que han dejado 105 muertos.

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Este país del sur de Asia está agitado por una movilización que comenzó a principios de julio con protestas de estudiantes contra un sistema de cuotas que reserva más de la mitad de los puestos de la función pública a ciertos sectores de la sociedad, incluidos los hijos de veteranos de la guerra de liberación de 1971 contra Pakistán.

Los disturbios de esta semana dejaron al menos 105 muertos, según un recuento de AFP basado en víctimas reportadas por hospitales. “El gobierno decidió imponer toque de queda y desplegar el ejército en ayuda de las autoridades civiles”, declaró a la AFP Nayeemul Islam Khan, secretario de prensa de la primera ministra.

El anuncio del gobierno se produce después de que la policía de la capital, Daca, tomara la drástica medida de prohibir las reuniones públicas, en un esfuerzo por frenar las protestas.

“Hemos prohibido todas las manifestaciones, procesiones y reuniones públicas en Daca hoy”, dijo el jefe de la policía, Habibur Rahman, a AFP, añadiendo que la medida era necesaria para garantizar “la seguridad pública”.

Eso no detuvo otra ronda de enfrentamientos entre la policía y los manifestantes en la extensa megaciudad de 20 millones de habitantes, a pesar de un corte de internet destinado a frustrar la organización de las manifestaciones.

Nuestra protesta continuará”, dijo Sarwar Tushar, un manifestante que sufrió heridas leves durante una protesta en la capital que fue violentamente dispersada por la policía.

Los manifestantes asaltaron este viernes una cárcel en Narsingdi, a 50 kilómetros de la capital, y liberaron a los reclusos y prendieron fuego al edificio, indicó un oficial de policía a AFP que habló bajo condición de anonimato.