En una reciente sesión del <b>Concejo de Bogotá,</b> los concejales <b>Humberto “Papo” Amin, del Partido Centro Democrático, y Julián Espinosa, del Partido Alianza Verde,</b> debatieron sobre la evaluación de los límites de velocidad en las principales avenidas de la capital. Esta evaluación se incluye en el Plan Distrital de Desarrollo y la Alcaldía tiene la responsabilidad de llevarla a cabo.El concejal Humberto Amin ha propuesto un aumento en los límites de velocidad en ciertos corredores viales, sugiriendo que se podría alcanzar hasta los 60 km/h en algunas avenidas. Según Amin, <b>“algunas de las principales vías de Bogotá, como la Avenida 26, la NQS y la Autopista Norte, pueden soportar velocidades mayores a los actuales 50 km/h”.</b>Además, Amin señala que la Ley 2251 del 2002 permite incrementar los límites de velocidad si los estudios de viabilidad lo respaldan.Amin argumenta que, en muchos casos, los conductores son multados “indiscriminadamente” por exceder ligeramente el límite de 50 km/h. <b>Propone la implementación de márgenes de tolerancia para evitar que los conductores sean sancionados por pequeñas infracciones.</b>“No se trata de permitir que los bogotanos manejen como locos, pero sí de <b>ajustar los límites de velocidad a las realidades de tráfico en horarios y días específicos</b>”, explicó Amin.Por otro lado, el concejal Julián Espinosa enfatiza la importancia de mantener un control estricto sobre la velocidad para garantizar la seguridad vial. <b>Espinosa destacó que los límites de velocidad actuales han contribuido a una reducción del 27% en la tasa de mortalidad </b>por accidentes de tráfico entre 2022 y 2023 en comparación con los años anteriores.“La imposición de límites de velocidad ha salvado vidas, y <b>cualquier cambio debe estar basado en estudios detallados de impacto</b>”, afirmó Espinosa.Espinosa también mencionó la controversia sobre las fotomultas y su eficacia. Aunque reconoce que las cámaras de velocidad han ayudado a crear conciencia sobre la seguridad vial, también señaló que estas deben tener un margen de tolerancia y<b> ser parte de una estrategia integral que incluya la educación vial.</b>“Las cámaras deben servir no solo para imponer multas, sino también para<b> educar y prevenir accidentes”</b>, agregó.Amin cuestionó la efectividad de las fotomultas, afirmando que los accidentes han aumentado en los últimos años a pesar de las cámaras de velocidad. Citó cifras que muestran un aumento en los siniestros de tránsito de 364 en 2020 a 542 en 2023. “<b>Las cámaras de fotomultas no están logrando reducir los accidentes, sino que están multando indiscriminadamente a los conductores</b>”, argumentó.La Alcaldía de Bogotá deberá realizar estudios exhaustivos para evaluar la viabilidad de aumentar los límites de velocidad en las principales vías de la ciudad. Mientras tanto<b>, el debate en el Concejo continúa con posiciones encontradas sobre la mejor manera de equilibrar la seguridad vial </b>con la eficiencia del tráfico.Escuche la entrevista completa a continuación: