Fernando Montaño, el bailarín de ballet de Buenaventura que ha llevado su arte a Europa
Fernando Montaño contó detalles de su exitosa vida, además de revelar qué lo llevo a triunfar en el Viejo Continente.
En dialogo con PACÍFICO ES MÁS, el bailarín, coreógrafo y ahora pintor y escultor, Fernando Montaño, aseguró que sus recuerdos en Buenaventura son de las cosas más lindas que tiene en su memoria.
“Yo siempre recuerdo bañarme bajo la lluvia con mi hermano en la terraza de la casa, comiendo marañón, chontaduro y todas estas cosas de los primeros 5 años de mi vida que son muy lindos”.
Fernando habló de cómo y cuándo los deslumbró el ballet: “esa semillita se sembró allí en Buenaventura porque fue allí en donde yo lo vi por primera vez en la televisión, en el programa Nube Luz. En ese entonces estaba ese programa infantil en el que niños hacían pasos de ballet, la belleza de esos movimientos me cautivó”.
Entre tanto, aseguró a PACÍFICO ES MÁS de sus acercamientos con el fútbol, su otra pasión, estuvo en la Escuela Sarmiento Lora, “siempre yo tenía la necesidad de expresarme a través del movimiento, sin embargo, fue hasta mis 12 años cuando inicié a hacer mis primeras clases de ballet en el conservatorio de Cali, en ese momento colgué los guayos y los cambié por las zapatillas”.
Según reveló Montaño, en su primer concurso en Cuba como bailarín de ballet no le fue muy bien, situación que luego superó con creces y que le permitieron ganarse una beca para estudiar este arte.
De esta manera, a los 14 años debió salir del país a estudiar. “Le doy infinitas gracias a mi madre que tuvo esa visión de dejarme ir. A pesar de que sé que era muy doloroso para ella dejar ir a su hijo menor. Regresaba una vez al año para pasar un tiempito con mis papás”.
La mayor parte de su carrera Fernando la ha hecho en el Royal Ballet Company de la cual la Corona Británica es embajadora, esto le ha permitido realizar presentaciones para la difunta Reina Isabel II y el ahora rey Carlos III, con quien tiene varias anécdotas.
Además, afirmó a PACIFICO ES MÁS que, extraña mucho las frutas de Colombia, pero también el arroz con coco, mechado de tollo y demás.
Finalmente, Montaño reveló a PACÍFICO ES MÁS que en la buscada de fijar nuevos hábitos en su vida, revivió una pasión que siempre ha estado presente en su vida, el ser escultor. De hecho, aseguró que al retirarse del ballet se dedicará a la escultura y pintura.